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392 DOMINGO MONTERO 1 1 , 17 ss.). Sin esas desviaciones prácticas, posiblem ente P ablo no habría aludido a esa tradición, sin que p o r eso su silencio significara desconocim iento o rechazo de la m isma. Concretam ente, Marcos, Ju an y P ablo ¿ignoran, silencian o recha­ zan la concepción virginal de Jesús? — Marcos E l horizonte de su ob ra aparece configurado po r el m inisterio pú ­ blico de Jesús. Lo cual está de acuerdo con el espacio que, con fuerza norm ativa, la prim itiva com unidad había determ inado abarcar en su predicación m isionera (Act 1 , 21; 10, 3 7 ...). P o r ello es necesario observar con profund idad ciertos matices que pueden resu ltar signifi­ cativos. E n prim er lugar hay que no tar que Marcos ignora com pletam ente a José como esposo de M aría y padre de Jesús; existen elementos para afirmar qu e se abstiene de asociar a Jesús como ningún padre hum ano, m ientras que m uestra una insistencia evidente en definir a C risto como «hijo de D ios». H ay u n texto paradigmático al respecto: Me 6 , 3: « ¿N o es éste el carpintero, el hijo de María, el herm ano de Santiago, de José, Simón y Judas? ¿No están sus herm anas en tre no so tros?». V . Taylor opta po r la v aríente «hijo del carpintero» porque la o tra lectura «implica el conocim iento de la tradición acerca de la concepción v irg in a l» 73. M otivación poco convincente y crítica. P ero la peculiaridad del tex to marcano adquiere su mayor com ­ prensión al ser ubicado y relacionado con el material sinóptico. M ateo y Lucas p resen tan una varian te significativa: « ¿N o es éste el hijo del carp in tero ?» (M t 13, 55); « ¿N o es éste el hijo de Jo sé?» (Le 4, 22). ¿Cuál de estas fórmulas goza de mayor antigüedad? Parece que la tradición evangélica más antigua identificaba a Jesús como el «hijo d e José» . E s, por tan to , Marcos quien ha introducido la modificación 74. ¿P o r qué? La suposición de conservar una denom inación in sultante p ara Jesús no tiene base sólida; la alusión a la m u erte de José para aquel tiem po es «una conjetura inv erificable»75. La razón más simple 73. V. Taylor, The Text of the New Testament. A Short Inlroduction, 2 .* ed., London 1963, 83. 74. P. B e n o it-M . E. Boismard, Synopse des Quatre Evangiles II, París 1972, 215. 75. B. Rigaux, Sense et portée de Me 3, 31-35 dans la Mariologie neotesta- mentaire, en María in Sacra Scriptura (Acta Congressus Manologici Mariani in Rep. Dominicana... IV ), Romae 1967, 544.

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