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3 5 8 MAXIMILIANO FARTOS MARTINEZ el utopismo de la pretensión metafísica (D ialéctica trascendental). Esos presupuestos, protagonistas de la novela, que a prim era vista parecen luchar cada uno po r su lado son dos y en el fondo van cogidos de la mano: a) La mezcla en tre a priori lógico y a priori genético, la confusión bastan te frecuente en tre lo a priori y lo subjetivo, b ) La negación — postulada, pero no dem ostrada— de la intuición intelectual; aceptación sin reservas críticas del principio em pirista: ningún conoci m iento tiene valor objetivo si no tiene impresión sensible correspon diente. D el anillaje de estos dos presupuestos se origina el «cuerpo k an tiano», cuya asombrosa fecundidad la debe a la noción de a priori. P ero esta noción necesitaba ser depurada y ramificada. Se hace nece sario an te todo distinguir dos niveles de la Analítica del conocim iento, el fenomenológico y el crítico, jugando papel p rim ordial en ambos la idea de lo a priori, pero con matices b ien distin to s. M ientras que a nivel fenomenológico el a priori es analítico, a nivel crítico, si lo hay, es sintético; a nivel fenomenológico es inconexo con la experiencia (n atu ral), en tan to qu e a nivel crítico es un molde vacío que inform a un m últiple de sensaciones. A quél es a priori lógico; éste, a priori genético. E n la h istoria de la depuración de lo a priori, es preciso reservar puestos relevantes para E . H u sserl y M . Scheler. E ste últim o en el capítulo que en su Etica dedica a la experiencia fenomenólogica afirma que «la identificación de lo apriórico y lo formal es un erro r básico de la do ctrin a kantiana. Y es fundam en to tam bién del formalismo ético, y de todo idealismo formal como llama el mismo K ant su doctrina» 4. La posibilidad de la metafísica como ciencia de lo en-sí y de lo suprasensible queda ya im plícitam ente negada en la Analítica: «la Analítica trascendental tiene, pues, este resultado im po rtan te; que el en tendim iento a priori nunca puede hacer más que anticipar la forma de una experiencia posible en general; y como lo que no es fenómeno no puede ser objeto de la experiencia, nunca puede saltar por encima d e las barreras de la sensibilidad, d en tro de las cuales tan sólo nos son dados o b je to s» 5. N ada podemos saber de los tres grandes objetos de la metaphisica specialis: el mundo (cosmología), el alma (psicología racional) y D ios (teología natural). N o podem os decidir su existencia, 4. M. S cheler , Etica, nuevo ensayo de fundamentación de un personalismo ético, Madrid 1941-1942, vol. 1, 90. 5. M. Kant, Crítica de la razón pura, Madrid 1960, 400-401.
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