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LA «MADURACION» DE ZUBIRI Y LA FENOMENOLOGIA 353 inconsistente. Es la doctrina de la inteligencia sen tiente como realidad fund an te la que tiene que establecer las líneas que dan sentido a la conciencia en tan to que realidad fundada, lo cual hace qu e ésta tenga un relieve d istin to ; esto no puede ofrecerlo la filosofía de H u sserl, sino que tiene que aportarlo un a nueva doctrina de la inteligencia y, p o r tan to , es en este pun to donde ha de buscarse la clave de la discu­ sión. D esde aquí aparecerá claro que ambos filósofos tienen que llegar a dos concepciones distintas de la realidad: realidad como «de suyo» en tan to que conjunto de notas constitutivas en Z ub iri, realidad como sentido dado a la conciencia en H u sserl. E sto sólo es factible, claro está, si en H usserl hay una verdadera idea de la filosofía y no sólo un program a difuso y unos in strum ento s metodológicos susceptibles de utilización n eu tra en d istintas alternativas teóricas; Z ub iri ha asis­ tido a lo largo del período que aquí hemos analizado en que éste es el caso, pero ha quedado aplazada una exposición suficiente de tal idea, idea que tiene valor ejem plar como el planteam iento quizá más riguroso del ideal filosófico de la m odernidad. Id ea husserliana de la filosofía, doctrin a de la inteligencia y conceptuación metafísica de la realidad: he aquí los tres motivos básicos en lo que a este tem a se refiere y con los que Z ub iri queda emplazado. Con el enorm e m aterial que Zub iri va desgranando en los cursos privados a p a rtir de 1945, el filósofo se en fren tará radicalm ente con estos temas, como no podía por menos de suceder, en el mom ento de su plena madurez filosófica. Antonio P in t o r -R a m o s 13

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