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3 4 2 ANTONIO PINTOR-RAMOS m eram ente previo a la conceptualización metafísica de las cosas y, en tal caso, podría tratarse de un nivel de la verdad más inm ediato. P od ría pensarse incluso que esto no es tan ex traño a planteam ientos coetáneos como parece a simple vista. Así H eidegger, inmediatamente antes de tra ta r el tema de la verdad, afron ta el problem a de la realidad desde el Dasein, es decir, como d ato de precomprensión inm ediata que ta n to el Idealism o como el Realismo son incapaces de afron tar p o r un básico defecto de planteam iento. Es aquí, sin embargo, donde va a p rend er la discusión que llevará al modo específicamente zubiriano de p lan tear el problem a. H eidegger plantea el problem a de la realidad desde la discusión histórica de Realismo e Idealism o p ara hacer v er que se trata de un d ato preconceptual que se ofrece como característica de las cosas m un­ danas en ta n to que correlatos de la esencial ap ertu ra del Dasein. En m edio de una discusión con K ant y radicalizando algunos novedosos en­ sayos de D ilthey y Scheler H eidegger p resenta el carácter de realidad de las cosas como algo que se agota en su función d e correlato m un­ danal de la ap ertu ra del Dasein en tan to que «ser-en-el-m undo»96. De este m odo, el filósofo alemán que recupera filosóficamente gran can­ tidad de térm inos del lenguaje vulgar m ediante una adecuada labor de recreación semántica (así, po r ejemplo, el hum ilde térm ino de «cosa» y precisam ente en el explicado sentido de Ding), parece pen ­ sar que el problem a de la «realidad» está tan sobrecargado de p re­ juicios po r la tradición filosófica y, más concretam ente po r K ant, que es ya irrecuperable. E l carácter de realidad carece, po r así decirlo, de suficiente densidad ontològica y se agota en el análisis del Dasein, sir­ viendo a lo sumo como uno de los instrum en to s p ara abrirse a la única cuestión filosófica: el sentido del Ser. E s en este p u n to donde com ienza la decisiva discusión de Z ub iri con H eidegger: ¿Será el del Ser el problem a prim ario o, más bien, el de la realidad? ¿No será el problem a del Ser una conceptualización ya derivada que depende de una previa experiencia metafísica de la 95. N o del todo bien entendido, sin embargo, lo cual no le es directamente imputable ya que Heidegger sólo pudo manejar entonces textos muy imperfectos; cf. M. S. F rin gs , Person und Dasein. Zur Frage der Ontologie des Werlseins, Der Haag 1969, 88 ss.; esta obra (pp. 111-115) utiliza por vez primera las notas que sobre Sein und Zeit dejó manuscritas Scheler, notas publicadas luego íntegra­ mente por el mismo autor en M. S cheler , Spate Scbriften, 243-293. 96. Zubiri no niega que este aspecto se dé; lo que se discute es si en ello se agota el problema de la «realidad»: cf. NHD, 157-158.

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