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LA «M A DU R A C ION » DE ZU B IRI Y LA FENOMENOLOGIA 3 2 3 dera. Juntos plantean el problema citado, para el cual hará falta no sólo una lógica de los principios, sino, en cierto modo, una lógica de la realidad » 3S. Más adelante, sin embargo: «Ahora comprendemos por qué los sentidos no nos dan el ser de la cosa, sino su aparecer. Dicho en otros términos, la impresión en cuanto tal no hace sino descubrimos la realidad; pero las cosas no son forzosamente reales; sin aquella no habría cosas; sólo con ella no sabemos si lo que hay es cosa o fan­ tasma. Sólo es lo uno o lo otro 'en nuestro sentir’, y por tanto la cosa lo es sólo 'de momento’. En la realidad de la verdad, que es el sentir, tenemos la verdad de la realidad, pero no la realidad verdade­ ra» 35. Un tercer texto aún: «El logos es fundamentamente una voz que dicta lo que hay que decir. En cuanto tal es algo que forma parte del sentir mismos, del sentir 'íntimo’. Pero a su vez ésta es la 'voz de las cosas’, de ellas; nos dicta su ser y nos lo hace decir. Las cosas arrastran al hombre por su ser. El hombre dice lo que dice por la fuerza de las cosas» 40. Aunque se podrían añadir muchos párrafos si­ milares, quizá éstos sean suficientes como ejemplos significativos. ¿Qué se deduce exactamente de ellos? Digamos sin ambages que estos textos y otros similares son bien crípticos y, desde el punto de vista de su interpretación, decididamente ambiguos, sin que resulten por ello menos sugerentes. Es lógico y explicable que algunos intérpretes, ante la aludida imposibilidad de contextualizarlos adecuadamente, hayan visto en ellos algo así como el primer armazón conceptual de Sobre la esencia y, más en concreto, de lo que allí será el tema de la verdad real 41 . No quiero insinuar 38. FM, 41-42; NHD, 49. Ciertamente, en SE vuelve a hablarse de «realidad verdadera» (112, 119-120, 123, 133), de «verdadera realidad» (119), de «patenti- zación» (127). Pero, ¿significan esas expresiones lo mismo en ambos casos? Esto es precisamente lo que está en cuestión. 39. FM, 45-46; NHD, 51-52. En este contexto, creo yo, hay que entender el tema de la «impresión de realidad», sugerido varias veces: FM, 45, 57-58; NHD, 50, 58-59. 40. FM, 46; NHD, 52. Quizá no carezca de interés advertir que las dos últimas expresiones en cursivas no estaban subrayadas en FM. 41. M. Riaza, Sobre la experiencia en Zubiri, en Realitas-II, 250, por ejemplo, reconoce con lucidez y honradez al mismo tiempo que ese es su modo de proceder. Me parece definitiva en este punto la postura de I. Ellacuria, La idea de filo­ sofía en Xavier Zubiri, en Honemaje a X. Zubiri I, 475-476 donde, refiriéndose a este momento del pensamiento zubiriano, se habla de «hipótesis de trabajo» (y no «respuesta»), de apertura de «cauces», de «indiferenciación», de «apunte» (más que «solución»).

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