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LA «M ADU R AC ION » DE ZU B IR I Y LA FENOMENOLOGIA 321 cipalmente porque en sentido estricto todo «renacimiento» es siempre imposible, sino porque Zubiri es consciente de las «limitaciones» del pensamiento griego. No importa para nuestro tema detenernos aquí en tales limitaciones que no son tanto limitaciones de unos hombres concretos cuanto de su horizonte filosófico de interrogación; es sufi­ ciente con recordar que, paradójicamente, la línea que terminó por pre­ valecer en el pensamiento griego es ya una línea «conceptista». Lo que Zubiri intenta hacer con los griegos es algo similar, me parece, a lo que Heidegger llamaba Wiederholung, cuya traducción más exacta quizá no sea la literal de «repetición» sino algo similar a «recupera­ ción»; una recuperación creadora sólo es posible desde un horizonte de interrogación distinto a aquel en que quedó aprisionado el pensar griego 34. Ahora podemos entender lo que pretende exactamente la segunda parte de Filosofía y Metafísica, la reimpresa con el título ¿Qué es saber? Si Hegel representa la consumación del camino de preponde­ rancia del logos 3S, hay que explicar de dónde surgió ese camino y qué sentido tiene. Eso sólo será posible si se actualiza la filosofía griega, en la que «no se trata de que sea la primera filosofía datable, sino de que es el momento en que el esfuerzo filosófico se ha constituido sobre la tierra. Es la ascensión del espíritu humano al filosofar. Y con ello, la palabra 'primero’ no significa tanto comienzo como fundamento» (NHD, 312). Esto hará ver, además, que el camino de exaltación del logos implica una necesaria pérdida de posibilidades y, en vez de una Aufhebung como pregonaba Hegel, es un ir cortando progresivamente el cordón umbilical que en sus orígenes unía la reflexión del hombre con la realidad. En este sentido, lo que intenta Zubiri en la segunda parte del men­ cionado trabajo es buscar una salida a la filosofía en la edad posthege- liana, reconsiderando lo que esa filosofía había dejado de lado como 34. Sin entrar aquí en ulteriores disquisiciones, sirva como confirmación de lo dicho este importante texto: «Por 'Wiederholung de un problema fundamental entendemos sacar a la luz las posibilidades que oculta. El desarrollo de éstas tiene el efecto de transformar el problema considerado y, precisamente por ello, con­ servar (bewahren) un problema significa liberar y salvaguardar la fuerza interior que está en la raíz de su ser y que lo posibilita como problema»: M. Heidegger, Kant und das Problem der Metaphysik, 3.* ed., Frankfurt 1965, 185. Refiriéndose a los presocráticos, escribe Zubiri: «Como arcaica, poco puede interesarnos hoy esta filosofía, si lo que buscamos en ella es una verdad filosófica»: NHD, 311. 35. Eso que Zubiri denomina ¡deísmo o idealismo (FiM, 41; NHD, 48), cuyo sentido peyorativo aparecía ya en sus escritos juveniles. 11

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