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300 ANTONIO PINTOR-RAMOS El trato con Husserl no es ninguna veleidad juvenil de Zubiri, luego olvidada. Al contrarío, Zubiri seguirá manteniendo como refe­ rencia constante de su pensamiento la filosofía de Husserl a lo largo de toda su obra. Merece la pena, entonces, estudiar detenidamente este punto porque podrá ofrecer una perspectiva nada desdeñable para entender algunas tesis zubirianas y, sobre todo, su actitud ante el pa­ sado filosófico inmediato en tanto que Husserl puede servir como para­ digma de la modernidad filosófica. No es éste, por tanto, un estudio comparativo entre dos filosofías mutuamente extrañas, sino una inves­ tigación de fuentes, de una de las fuentes del pensamiento de Zubiri; no pretendo con ello que sea la única y menos aun tengo la alocada pretensión de hacer de Zubiri un «fenomenólogo sui generis». Quiero sencillamente mostrar lo que aporta la comprensión de Husserl para la maduración del pensamiento zubiriano. Lo que aquí presento es un fragmento de esta investigación, en­ cuadrado dentro de los años 1928-1944. Las fechas son muy signifi­ cativas; en efecto, en 1928 Zubiri entra en contacto directo con Hus­ serl en la universidad alemana de Freiburg; a partir de entonces se irán elaborando una serie de estudios que, de algún modo, quedan cerrados en el año 1944 con la publicación de Naturaleza, Historia, Dios, libro en el que se recogen algunos de esos trabajos, no todos ni todos los importantes. No pretendo otra cosa que analizar algunos de los momentos, conceptos y alcance de este pensamiento al filo de su relación crítica con la Fenomenología y, de modo directo, con la Feno­ menología tal como la practicaba y entendía su fundador, E. Husserl; pretendo que ello aporta una claridad nada despreciable para entender algunas de las formulaciones del filósofo español. 1. Z ubiri , discípulo de H usserl y H eidegger En el año 1921 y sin pertenecer directamente a los círculos intelec­ tuales que se movían en contacto directo con Husserl, era casi impo­ sible saber con exactitud en qué dirección exacta se movía la obra del fundador de la Fenomenología. El cambio decisivo a este respecto hay que buscarlo en el momento en que Zubiri, joven y brillante cate­ drático de Historia de la Filosofía en la Universidad Central de Ma­ drid desde 1926, lleva a cabo una importante y decisiva estancia de estudios en varios centros europeos entre los años 1928-1931. Por lo que toca en concreto a la filosofía, Zubiri se dirige a la universidad alemana de Freiburg en la que tiene ocasión de asistir a los últimos

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