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308 ANTONIO PINTOR-RAMOS riana de la época; el filósofo, por un pudor intelectual muy estricto (excesivo desde luego para los intereses de un historiador), tiene ten­ dencia a borrar todo tipo de huellas personales. A partir del momento de su regreso de Alemania en 1931, D. Gracia ha reconstruido fina­ mente la génesis de un ambicioso proyecto de Zubiri que podría haber­ se titulado Sobre el problema de la Filosofía-, exactamente con ese título publicó Zubiri un largo ensayo en 1933 que nunca volvió a reimprimir y una de cuyas líneas básicas ha resumido el citado inves­ tigador". Se trataría de un examen de las distintas ideas específicas de filosofía que han existido en la historia y una toma de posición crítica ante ellas. Evidentemente, Filosofía y Metafísica es, juntamente con Hegel y el problema metafísico 12 y con toda verosimilitud el citado escrito de origen desconocido (pero probablemente de 1933) La idea de filosofía en Aristóteles, lo que nos queda de aquel proyecto abandonado o, cuando menos, aplazado para mucho más tarde. ¿Por qué razón fue abandonado? Sugiero la hipótesis de que en ello hayan tenido una parte notable los acontecimientos bélicos que inmediata­ mente iban a desencadenarse en España y, a continuación, el brusco cambio de su vida con su cambio de estado y la interrupción de la carrera universitaria de Zubiri. Nos encontramos, así, con la extraña paradoja de que Filosofía y Metafísica es un capítulo incompleto de un proyecto que, a su vez, también quedó abandonado e incompleto. Estos datos eran muy necesarios para poder leer en su contexto los textos que aquí afrontamos. a. Fenomenología y fenomenólogos El trabajo central para nuestro tema plantea de entrada dos proble­ mas: 1) ¿Cómo entiende Zubiri la idea de filosofía específica de los fenomenólogos? 2) ¿Por qué le añade esa amplia «digresión» que ocupa la mayor parte del estudio hasta el punto de permitir luego una separación del resto? La sospecha inmediata sería si esa digresión no es implícitamente una respuesta a la primera parte, que haría inne­ cesaria e inviable la proyectada tercera parte y, en consecuencia, ello abriría una nueva dimensión para su lectura, dimensión impensable si 11. Cf. D. G ra cia G u ille n , a. c., 203-207. 12. De 1933. En NHD, 223-240.

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