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284 XA B IER P IK A ZA man la realidad definitiva de la nueva comunidad escatológica "°. Por eso se les llama ovejas y reciben un lugar a la derecha, es decir, en plano de salvación. Si esto es así, la misma lógica del texto nos obliga a suponer que las cabras (machos cabríos) reciben en Mt 25, 32 un sentido metafó­ rico y negativo. Esa impresión se confirma con el análisis del campo semántico del término «eriphos». Para eso acudiremos a ejemplos de la cultura griega, del AT y de los mitos más recientes. En la mitología grecolatina la cabra está asociada a la voluptuosi­ dad y la vida, apareciendo en relación con Pan, el culto de Diónisos, los sátiros y faunos. Pan, antiguo Dios de los pastores, tiene cuerpo inferior de macho cabrío, con un carácter que se puede considerar como caprino: irascible, lascivo y retozón; su figura ha impresionado a los poetas griegos tardíos (alejandrinos), que la presentan con fre­ cuencia como un demonio pintoresco m. Más importante para nuestro tema es lo relativo a Diónisos; de su cortejo forman parte los sátiros o silenos, representados en forma de machos cabríos, dotados de un gran poder sexual, que simbolizan la fuerza bestial de la pasión eró­ tica; en un tiempo tardío su figura se asocia a la de Pan, tan seme­ jante, y representada también por el macho cabrío. Como equivalentes de los sátiros, y con sus mismas funciones, existe en Roma los fau­ nos “2. Mirada desde un punto de vista griego la figura de Pan y de los sátiros puede considerarse como positiva: ellos simbolizan la fuerza vital de la pasión y la embriaguez del sexo. Pues bien, cuando se in­ terpretan desde un punto de vista israelita o protocristiano sus figuras adquieren caracteres negativos o diabólicos. Cualquier judío o cristiano un poco culto, que utiliza el idioma y la cultura griega, asociará la ca­ bra (o los machos cabríos) con representaciones demoníacas. Un trasfondo en parte semejante puede hallarse también en el AT. Lo primero que sorprende es que a una especie de «demonios» se les llame «sa'ir», machos cabríos o cornudos: «No inmolarán sus víctimas a los sátiros con los que se han prostituido» (NBE, Lev 17, 7; tra­ duce «sa'ir» por sátiro; cf. 2 Cron 11 , 15). Is 13, 21 y 34, 14 parece jugar también con la asociación entre macho cabrío y sátiro-demonio: 111. Cf. J. A . P érez-R ioja , Diccionario de símbolos y mitos, Madrid 1971, 105; H. J. R ose, Mitología griega, Barcelona 19/0, 167-168; P. G rimai., Diccio­ nario de la mitología griega y romana, Barcelona 1965, 402-403. 112 . Cf. A. Lesky, Historia de la literatura griega, Madrid 1968, 252; H. J. R ose, o. c., 153-4; P. G rim a l, o. c., 139-141, 193, 475.

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