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272 XA B IER PIK A ZA las naciones: todas vienen a reunirse ante el HH . Es de notar que, conforme a toda la perspectiva veterotestamentaria, no se alude a la venida de los hombres como individuos; ése será un plano posterior, reflejado en el verso siguiente: «aphorisei autous», es decir, separará a los hombres (autous como masculino y no el neutro anta que aludiría a gentes)49. El texto alude, en primer lugar, a los pueblos; son ellos, como la totalidad de la historia humana, los que vienen a presentar sus cuentas ante el HH. Finalmente, se dice que se reunirán ante el HFI: «emprosthen autou». La palabra «emprosthen» tiene un sentido claramente judicial y significa el gesto de acudir ante el juez para rendir testimonio o reci­ bir sentencia (cf. Mt 10, 32-33 y par; Le 21, 36; 2 Cor 5, 1 0 ).50 Los pueblos no se reúnen en Jerusalén (tema de la peregrinación final), ni vienen directamente ante Dios o ante Israel; son llevados ante el HH ; allí deben responder de su historia51. Con esto se ha dispuesto el juicio. Es notable el señalar que en Mt 25, 31-32 falta toda alusión a fenómenos cósmicos (caída sol, luna o estrellas, terremotos...) y al dolor de parto de las gentes. Las pala­ bras son absolutamente sobrias; sólo se habla de la reunión de los pueblos ante el H H 52. Tampoco hay juicio contra los ángeles caidos53 o las fuerzas superiores. Sólo importa el hombre, la vida de los hombres. Nuestro texto es claro en su simplicidad y esquematismo. Sin em­ bargo tiene detrás algunos de los temas más complejos de la historia 49. El paso del neutro plural colectivo (patita ta etbne) al masculino (autous) implica una «constructio ad sensum» que a nuestro juicio ha sido explícitamente buscada por el autor para mostrar en un caso las naciones como colectividades y en otro los hombres como individuos en el juicio. Sobre ese tipo de construc­ ción B la s -D e b r u n n e r , o. c., n. 134. Ha visto el problema A. H. M c N e i l e , Mat- thew, 368-369. 50. Cf. I. B r o e r , Das Gericht des M enschensohnes, 277; O. M ic h e l , homo- logeo, en TW N T 5, 207, nota 27. Otros textos en W . B a u e r , G reek-L exicon, 256. 51. El tema como tal es desconocido para el AT o judaismo. No sabemos de ningún texto paralelo de la literatura judía anterior en que se diga que los pueblos (hombres) son llevados (reunidos) ante el HH. 52. El juicio de Dios va unido en los textos apocalípticos a diversos fenó­ menos de conmoción cósmica: caída del sol o las estrellas, oscuridad, plagas, fenómenos celestes; todo eso suscita la conmoción y el terror de las gentes. Pues bien, en Mt 25, 32 no se alude a ninguno de esos motivos. No hay más que la aparición del HH y la venida de las gentes. Para esos fenómenos cf. P. V o l z , D ie E scbatologie, 277 ss. 53. Sobre el juicio de Satán y de los ángeles en la apocalíptica judíaP. V o l z , o. c., 286 ss. En Mt 25, 41 se alude al juicio y la condena deSatán cons ángeles; pero ese no es motivoexplícito del texto sino una especie de telón de fondo o presupuesto.

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