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E L JU ICIO DEL HOMBRE ?71 el relato de la verdadera entronización de Jesús; y para presentarla de un modo adecuado y comprensible el Ev. de Mt ha acudido a las representaciones de la entronización final del HH de 1 En 37-71 'IS. b) Kai synakhthesontai emprosthen autou panta ta ethrie (25, 32a): Y serán reunidas delante de él todas las gentes A la entronización del HH (25, 31c) sigue la asamblea de los pue­ blos. Vienen a reunirse delante de élcomo para rendir cuenta de la historia. Los elementos que aparecenen el pasaje: a) Dios, el que reúne; b) los pueblos que reúne; c) el HH ante quien los reúne. Sujeto implícito en el pasivo de acción divina (synakhthesontai) es Dios<6. El es quien puede realizar la gran cosecha escatológica, el iskhy- roteros o más fuerte al que alude el logion primigenio de Mt 3, 11-12 47. El problema que plantea nuestro texto es si Dios reúne directamente a los pueblos o lo hace por medio de los ángeles, como pueden darlo a suponer Mt 13, 41 y 24, 31; los ángeles que acompañan al HH (24, 31) y que pueden ser interpretados como signo o guardián celeste de los pueblos tendrían como misión el congregarlos ante el juicio 4S. No es imposible esa suposición. Sin embargo, dentro de la sobriedad de Mt 25, 31-32 parece más verosímil atribuir la asamblea de los pue­ blos al mismo Dios que está detrás del HH y le hace juez del universo. Sea como fuere, lo cierto es que detrás de los posibles ángeles «reco­ lectores» estaría el mismo Dios; él ha sido creador de los pueblos, por eso tendrá que ser culminador, reuniéndolos para el juicio. Son reunidos los pueblos. El texto dice todos, « panta ta ethné», como aludiendo a la totalidad de los «pueblos» o naciones que descen­ dieron de Noé, el nuevo padre de la humanidad y pueblan el conjunto de la tierra («estos son los hijos de Noé... kata ta ethne autdn», Gen 10, 32). Hubo en el principio una «dispersión» ( diespeiren autous Kyrios... Gen 11, 9). Ahora se da, al contrario, la gran reunión de 45. Rechaza el tema de la entronización en Mt 28, 18-20 y lo aplica inicial­ mente a 25, 31 ss. J. L a n g e , Das Erscheinen des Auferstandeiien i//i Ev. nach Matthaus, Würzburg 1973, 242-245. 46. P ara el « p a s iv o te o ló g ic o » c o n fin a lid a d d e e v ita r el n o m b re d e D io s c f. B la s s -D e b r u n n e r , Grammatik, n. 130, 1; Z e r w ic k , Biblical G reek, n. 236; s o b re su u s o en Mt, S tra ck -B ille rb e ck , I, 443. 47. R. B u ltm a n n , G eschichte syn Tradition, 116 afirma que la aplicación del logion Me 1, 7-8 y par. con su afirmación sobre el iskhyroteros a la persona de Jesús es secundaria; su referencia primitiva a Dios en L o h m e y e r , Markus 17-78. 4 8 . Cf. J . C. I n g e l a e r e , La "Parabole” , 2 7 .

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