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202 ALEJANDRO DE VILLALMONTE del Kerigma neotestamentario que ya entonces y máxime ahora es igualmente discutible y, para muchos teólogos, poco aceptable41. Respecto a la lectura de la secuencia de la actual «economía» e historia de la salvación, mantenida y presupuesta por Tr. nosotros la calificaríamos de infralapsaria, hamartiocéntrica, discontinua, basada en un cristocentrismo de repuesto, «ocasional», fluctuante, inconsecuente. Esta perspectiva tridentina para leer la actual historia de salvación, con las características apuntadas, aparece clara leyendo las discusiones conciliares. Y se refleja con suficiente relieve en el texto de los decre­ tos definitivos42. La calificamos de perspectiva infralapsaria, porque la actual «economía» de la gracia para el Tridentino comienza con la caída de Adán, por efecto de la cual, la «economía» originaria y pri­ mera fracasó y quedó abolida. La calificamos de «hamartiocéntrica» porqje esta historia de salvación, en cuanto tal, comienza con el hecho de que toda la humanidad se convirtió ante Dios en masa de pecado, masa de perdición. Ante este radical empecatamiento sólo la misericor- 41. Las reflexiones propuestas bajo este parágrafo C) se fundamentan en la perspectiva radical, absorbente y consecuentemente cristocéntrica desde la que nosotros contemplamos la actual «economía» e historia de salvación. Sobre este tema y su repercusión en la controversia sobre el p. or. ver A. de V il l a l m o n t e , Universclidad de la redención de Cristo y pecado original, en EstFranc. 74 (1974 5-45. Otros estudios complementarios del anterior: I d ., Adán nunca fue inocente. Reflexión teológica sobre el estado de justicia original, en NaturGrac. 19 (1972) 3-82, espec. 19-39. A. de V il l a l m o n t e , Lateologíadel pecado original y el dogma de la Inmaculada, en Salmant. 22 (1975) 25-58; espec. 32 ss., 51 ss.; I d ., La teología de Adán en San Buenaventura, en VerVid. 33 (1975) 213-301. Aquí se propone la lectura hamartiocéntrica que san Buenaventura hace sobre la actual historia de salvación, su repercusión en la tesis del p. or. y se la compara con otra posible lectura rigurosamente cristocéntrica (propia de la escuela franciscana en general) y las aplicaciones de la nueva relectura a una posible y deseable superación de la teoría del p. or., en su sentido tradicional conocido. Sobre esta misma lectura cristocéntrica ver también A. d e V il l a l m o n t e , El "Mysterium Cbristi” del Vaticano II en perspectiva escotista, en NaturGrac. 13 (1966) 215-68. I d ., María en laactual economía de salvación, en NaturGrac. 2 (1955) 27-38; I d ., María y los ángeles (Acta Congressus Mariologici-mariani), Lourdes 1958 (Romae 1969) V I , 401-37, espec. 426-11. Un resumen reciente de estas ideas puede encon­ trarlos el lector en A. de V il l a l m o n t e , El pecado original, espec. 515-32. 552 ss. 42. De las Actas recogemos un texto del Card. del Monte: «primum quod se offert est illud de peccato originali unde omnia mala derivantur et propter quod divina misericordia remedia et incarnationis Filii sui et sacramentorum no- bis exhibuit», ConcTrid. V, 166. La primera redacción de decreto sobre la justi­ ficación dice que, así como Pablo, en la carta a los Rm, primero pone al género humano bajo Adán y luego bajo Cristo, así el concilio primero trató del p. or. y luego de la justificación. Ib., V, 384/23 ss. Y en texto final sobre la justi­ ficación los caps. 1-4 nos dan una «historia salutis» in nuce, del todo en la perspectiva hamartiocéntrica que nosotros señalamos, DS 1521-24.

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