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E L D IO S IN S U S T IT U IB L E 9 7 hacia lo que la fe encamina a través de las alegorías y los símbolos. (E l ponente lo llamó «tautegoría»). La paradoja cristiana, vista desde la fenomenología, se nos muestra como inspirando humanismos — el mismo humanismo marxista tiene raíces cristianas— ; pero no es posible identificarla con ningún huma­ nismo. Los antiteísmos y ateísmos actuales son susceptibles de una lectura religiosa en cuanto que se fijan objetivos de liberación progresiva, o ven preocupados la sima que sólo el Absoluto puede llenar. Y la autén­ tica crisis religiosa actual habría que situarla en el secularismo agnós­ tico e indeferente y en el fanatismo sectario. Tanto en el ateísmo como en el fenómeno actual de la floración de las sectas, conviene señalar su configuración positiva, su actividad... y sus posibles aportaciones a una más atildada comprensión de la fe cristiana. (De esta manera se configura más o menos un primer avance del «estado de la cuestión». E l principal reparo que cabe oponer es la dificultad en probar el supuesto de la increencia total, aún teniendo en cuenta los argumentos testimoniales, como, p. e., el de P. Valery). 2. Sociología de la creencia religiosa 3 Hay que intentar un diálogo entre la Teología y la Sociología reli­ giosa. Se toma en consideración únicamente el cristianismo contempo­ ráneo y, más que establecer una tesis, habrá que suscitar una hipótesis de trabajo e ir explicitándola a lo largo de la exposición, a partir de un modelo de análisis sociológico. H e aquí la hipótesis: «En el cristianismo occidental de nuestros días no hay una, sino múltiples formas de creencia, dotadas todas ellas de un estatuto de evidencia subjetiva, lo cual implica para la Iglesia una progresiva erosión de la noción misma de ortodoxia». La raíz más perceptible de esa multiplicidad de creencias, de ese creer de distinta manera, estriba en un comportamiento que se puede comparar con lo que se denomina «mercado informado», es decir, una opción fundamentada en criterios personales, específicos, y no en la autoridad de otro más entendido. Esto lleva a una especie de «bri- colage» de la propia fe, a construirla cada cual a su manera, desembo­ cando en la privatización de la creencia y últimamente en el subjetivis­ mo. Los cristianos se creen con capacidad para juzgar a los pastores 3. J. E stru ch , La creencia religiosa desde el punto de vista sociológico.

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