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104 BERNARDINO DE ARMELLADA 7. Trente a la crítica científica de la religión 8 La crítica científica de la religión y el problema de la racionalidad del cristianismo es un punto de crucial relevancia dentro del tema de Dios. La crítica científica de la religión no es objeto de ninguna ciencia particular, v. gr. biología, astrofísica, etc. Lo que sí pueden las ciencias particulares es ofrecer datos que asumidos filosóficamente, pueden con­ tribuir a dicha crítica, ateniéndose siempre a lo que la teoría de la ciencia informa sobre el alcance de sus resultados. Hay un aspecto humanístico destacable en la crítica de la religión. Partiendo de que el hombre en el mundo pretende ser él mismo en su propia verdad y que esta fidelidad a lo real reflejado en la idea que el hombre tiene de sí mismo es origen de la conciencia moral y del pro­ yecto vital humano, se sigue lo ineludible de pasar por el juicio de la razón todas las actitudes, también la religiosa. Y así, en el caso de que no fuera posible afirmar desde el interior del mundo la existencia de una realidad absoluta a quien someterse, habría que considerar a Dios como un elemento antihumano. La crítica científica de la religión piensa poder desmontar la trama de los argumentos usados para afirmar a Dios, y ofrecer una explicación desde el interior del mundo, que no puede salir de sí mismo. En pri­ mer lugar se liquida la «vía antropológica» haciendo ver que la apa­ rente trascendencia del conocimiento humano es un fenómeno natural análogo a los demás procesos naturales. La apertura «a priori» al ser absoluto, las cuestiones de un «porqué» indefinido, no serían más que la interformalización de estímulos convertidos en entidades autóno­ mas: expresión compleja, a su vez, de la acumulación de series de he­ chos que indican en cualquier ser viviente una estructura o formaliza- ción biológica unitaria. En la «vía cosmológica» se procede de modo semejante. Partiendo de una idea estructural del mundo, no puede considerarse aisladamente ningún ser. La razón de la existencia de las cosas —también del hom­ bre— se encuentra en el sistema estructural del universo, que descansa en una materia indestructible y eterna. ¿Cuál es la respuesta cristiana que haga plausible frente a la refe­ rida mentalidad la inserción de Dios en el mundo? Parece que la 8 . J. M on tserrat , La crítica científica de la religión y el problema de la racionalidad del cristianismo.

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