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6 8 R A U L F O R N E T B E T A N C O U R T se, puede ofrecer, en el mejor de los casos, «un ropaje místico a las acciones que están movidas raigalmente por intereses muy materiales»4. Las consideraciones anteriores, creemos, confirman suficientemente nuestro convencimiento inicial: la concepción de la religión expuesta en la «Tesis» se reduce a una mera repetición de lo pensado por Marx, Engels y Lenin acerca del origen, contenido y papel social de la reli­ gión. Veamos ahora cómo esta concepción inspira, en forma decisiva y determinante, la posición política del marxismo cubano ante la reli­ gión. 3. La posición política del marxismo cubano ante la religión La base teórica de la política del marxismo cubano ante la religión es, como se acaba de indicar, la concepción materialista del marxismo- leninismo acerca de la misma, y que, en resumen, se reduce a la des- cualificación de la religión como reflejo falso y tergiversado del mundo exterior. Consecuentemente, el marxismo cubano no cree necesario, ni conveniente, asumir una actitud beligerante ante la religión. La elimi­ nación de la religión no se logra, como creían los anarquistas, decla­ rando y haciendo la guerra a D ios, sino mediante la transformación de las condiciones materiales y sociales que hacen posible el recurso de los hombres a una instancia religiosa. E l principio fundamental de la política del marxismo cubano ante la religión, nos dice la «Tesis», no consiste en hacer la guerra a la religión, sino en hacerla al mundo que refleja. A partir de ese principio, que subordina la lucha ideológica contra la religión y las creencias religiosas a la tarea de transformar el mundo histórico, se reconoce en la «Tesis» que la cuestión religiosa en la Cuba actual comprende dos aspectos fundamentales: «De una parte, se trata de las relaciones con las iglesias u organizaciones formadas en torno a determinados dogmas, liturgia o culto, y, en un sentido más amplio, de las relaciones con los ciudadanos que profesan esas reli­ giones o creencias religiosas». «De otra parte, se trata de la actitud ante la religión como ideo­ logía, como una forma de la conciencia social en que el reflejo de las condiciones materiales acerca de la naturaleza y la sociedad aparece, en la mente del hombre, tergiversado, fantástico y sobrenatural» 5. 4. O. c„ 299. 5. O. c., 300.

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