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ANOTACIONES SOBRE EL ESCEPTICISMO . 51 779b ). Los Essais ponen en claro, revelan y desengañan escépticamente todo el espectro de las acciones humanas, pero no con la radicalidad de un análisis psico-analítico y moderno, sino más bien en el sentido antiguo de «skepsis»8, es decir, como duda en busca de una percepción crítica y exacta. E l término Essai implica el mismo sentido de ejer­ cicio, abertura, tacto, tentar, probar y comenzar9. Formulaciones que expresan el estado imperfecto y fluctuante de una percepción que re­ nuncia a toda perfección e integridad. En el género literario de/ Essai se refleja el conocimiento intelectual de su propia limitación frente a la riqueza empírica del mundo y de la historia, e igualmente frente a la importancia relativizada del presente. E n el Essai, según el justo comentario de Hugo Friedrich 10, priva el ambiente del otoño, es decir, el conocimiento de la edad de una cul­ tura, así como toda la precisión lógica y la intelectualidad de una civi­ lización, en el punto máximo de la madurez. Este ambiente de otoño y de madurez caracteriza igualmente el estilo reflexivo de Montaigne. Con una pluralidad sorprendente, los Essais son recorridos por refle­ xiones que hablan de la vejez 11 y del ocaso de la vida. Pero, en el fondo, todo ello habla del mismo Montaigne, quien se observa ya como un hombre en camino de envejecer, en verdad un viejo ( I I , 12, 1027b). Por otra parte, la vejez significa para Montaigne un estado de desilu­ sión, la distancia que permite pesar y juzgar, es decir, una claridad 8. La fu en te p rincipal d e M on taign e es Sextus Em piricus (cf. P . V i l l e y , o . c ., I I , 157 ss.). O tras fuentes son posiblem en te F rancesco P ico della M irandola, Eras- m o y tam bién A grip p a d e N ettesheim . N o obstante, estas dependencias n o explican la estructura característica d el escepticism o en M on taign e: n o se trata de una duda absoluta, ni d e una crítica negativa, ni tam p oco d e un relativism o, sin o más b ien — com o d ice H . F riedrich (o . c., 165) con razón— se trata d e un co n o­ cim ien to «e n la in tu ición pensativa de lo real inagotable p or su con tin gen cia». C f. tam bién D . M . F r a m e , Montaigne" s Discovery of Man, N e w Y o r k 8 ss. Para una con sulta de las fuentes literarias ver C . B . B r u s h , Montaigne and Bayle. Va- riations on tbe Theme of Skepticism, D en H aag 1966, 18-34 y tam bién R . H . P opkin , The History of Skepticism Erasmus lo Descartes, A ssen 1960, 44-65. E l a rtícu lo d e M . D reano , La crisis sceptique de Montaigne, en Bibl. Hum. el Ren. 13 (1 9 6 1 ) 252-264 esquem atiza la recepción y la m od ificación d el escepticism o antiguo en M on taign e. 9. Exagium, exigare es la raíz latina. Para la etim ología , cf. W artbu rg, D u C ange, L ittré. T am bién A . B l i n k e n b e r g , Quel sens Montaigne a-t-il voulu donne aut mot Essais?, en Melanges M. Roques I , París 1950, 3-14. 10. O . c., 26. 11. Essais I I I , 2 , 9 7 1 c; I I I , 5 , 868c. E l tem a d e senectus, en su am biva­ lencia d e m adurez y d eb ilid a d d e la vida es un tó p ico m uy tratado en la anti­ gü edad (c f. H . F r i e d r i c h , o . c ., 2 90 ss.).

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