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50 KLAUS E. HEDWIG humanista. Y no obstante, los Essais son de tal manera la expresión propia de Montaigne, que la especie literaria del Essai 4 y su configura­ ción temática fue concebida primeramente por él. Montagine narra d i­ versos temas, pero a diferentes niveles, desde los grandes aspectos emo­ cionantes de su época hasta las cosas más simples como el trabajo cotidiano, los viajes, las experiencias personales o las costumbres de países extraños5. Todo ello a su vez influye en los pensamientos del autor sobre su propia manera de v iv ir. Y aquí también la reflexión se extiende desde las situaciones cotidianas hasta los grandes temas del hombre como la amistad, el arrepentimiento, la sociabilidad, la soledad, o bien la muerte 6. Así, lo que parecen los grandes e importantes temas entran en afinidad con situaciones efímeras y cotidianas. Ambos as­ pectos son mezclados por un mismo estilo de descripción que oscila entre el placer y la precisión, entre la ironía y la observación objetiva y exacta. Expresiones como variété ( I I , 1, 319b), diversité ( I I , 13, 1035b), dissimilitude ( I I I , 13, 1034b), dissemblance ( I I , 2, 325a), mu­ tation ( I I I , 9, 915b ) y différence ( I I , 13, 1034b) son temas conduc­ tores; temas para un estilo de pensar que se desarrolla ampliamente en el cuadro de una descripción fenomenológica7. En ella investiga las expresiones, actitudes y movimientos de la naturaleza humana sin im­ plicar un juicio normativo: «Je ne peints pas l’estre. Je peints le pas­ sage: non un passage d ’aage en autre, ou, comme dict le peuple, de sept en sept ans, mais de jour en jour, de minute en minute» ( I I I , 2, p o c o más adelante: «L a con stance m esm e n ’est autre ch ose q u ’un branle plus languissant. Je ne puis asseurer m on o b je t. Il va trou ble et chancelant, d ’une yvresse naturelle» y en el sentido m etód ico: « A cette cause, aux essais qu e j’en fay ici, j ’y em p loye tou te sorte d ’occa sion » ( Essais I, 50, 295a; cf. tam bién I I I , 9 , 9 3 4 b ; I I I , 2 , 7 7 9 b ; I, 5 6, 313c). 4. Después de Montaigne el título Essay, como género literario, se encuentra principalmente en Inglaterra con Bacon, Johnson, Cornvallis (cf. W. L. McDonald, The Earliest English Essayists, en Engl. Studien 64 (1 9 2 9 ) 37 ss.). También P. M. Schon, Vorformen des Essays in Antike und Humanismus, Wiesbaden 1954, 90 ss. Para la recepción de Montaigne en la cultura española, J. Marichal, Montaigne en España, en Rev. de Fil. Hisp. 1 (1 9 5 3 ) 259 ss. y también R . Saenz - H a y e s , Miguel de Montagine, Buenos Aires 1939, 360-395. 5 . Essais 'I, 26, 169a; tam bién I , 31, 210 ss. en con exión co n una crítica cultural d e su propia época. 6. Essais I I I , 9 , 915 ss.; I I I , 12, 1006 ss.; I I I , 13, 134 ss. C f. la interpreta­ ción en A . G i d e , o . c ., 27 ss. y principalm ente H . F r i e d r i c h , o . c ., 321 ss. 7 . La descripción fen om en ológica deb e ser com prendida en el sentido de una science m orale, es d ecir, la d escrip ción d e moeurs en el estilo d e La R och efou cau ld, St. E vrem on d , La B ruyère o , tam bién, en la A lem ania d el siglo x ix , d e L ichtenberg, N ietzsche y Simm el (c f. J . L a r m a t , Montaigne et la diversité, en Réf. et Rech. de Nouv. Crit. 8 (1 96 9 ) 113 ss.).

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