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14 DOMINGO MONTERO en labios de un héroe del pasado, haciéndole preveer y predecir cosas que han tenido su acaecer en los días del que escribe» 14. E l modo de calificar Mateo 10, 17 «sus sinagogas» — a diferencia de Me 13, 9— apunta a una situación de ruptura con el judaismo, cosa que no tuvo lugar hasta después de la resurrección. La expresión «los sanedrines» puede muy bien hacer referencia a un tiempo posterior al 70 en que estos sanedrines, en cuanto cortes de justicia local, tuvieron gran importancia l5. La alusión a «gobernadores y reyes» (M t 10, 8) — que supone una estructura administrativa diversa a la existente en Judea— , no parece muy lógica en una misión reservada a las ovejas perdidas de la casa de Israel. E l tema de la cruz como distintivo y exigencia del discípulo (M t 10, 38 ) sólo puede ser plenamente com­ prendido a partir del hecho de la muerte de Jesús. Le designación «profeta y justo» puede responder a la constatación de diversos estratos existentes en la primitiva comunidad pospascual16. La referencia de M t 10, 42 «a uno de estos» sugiere un contexto diverso de aquél en que comenzó el discurso: «Jesús llamó a sus doce discípulos...» (10 , 1). Reducido en un primer momento a los doce — paradigmas— , el dis­ curso se abre posteriormente en forma clara de admonición comunitaria. Existe una progresión intencionada: de Jesús y los doce a los miem­ bros de la comunidad actual. Nos encontramos, pues, ante una creación literaria polarizada por una problemática concreta y situada en una exhortación que puede tener su ambiente en una celebración litúrgica o catequética de la co­ munidad 17. Esto no obsta para afirmar que en éste, como en otros casos, es necesario no confundir los conceptos de autenticidad material y de fidelidad esencial. E l discurso, no obstante su elaboración, evoca una situación de la vida de Jesús a la que es posible el acceso, preci­ samente por la autenticidad de los elementos que en él se encuentran. 14. Ib., 154. 15. TOB, NT, París 1973, 70,nota c. 16. E. Kasemann, o. c., 90-92. 17. Sobre el carácterlitúrgico de los evangelios ver G. D. K ilp a tric k , The origins of the Gospel according to Matthew, Oxford 1946, 59-100, en que muestra su inclinación por la hipótesis litúrgica como posible background del mismo. Por la orientación catequética se pronuncia K. S tendahl, The school of S. Matthew, Upsala 1954, en tanto que L. G o p p e lt pretende situar la obra mateana en un clima de polémica antijudía (Christentum und Judentum in ersten und zweiten Jahrhundert, Gütersloh 1954).

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