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12 DOMINGO MONTERO tenta, Mateo las mezcla y amplía con materiales provenientes de otros discursos9. • La elaboración literaria de Mateo es algo universalmente admiti­ do 10. Su evangelio aparece preocupado por la concentración del material en bloques compactos que faciliten la mejor fijación y asimilación del tema, y esto se constata tanto en los discursos cuanto en los milagros (aunque se encuentren algunos milagros fuera de los caps. 8-9). En M t 10, como en el Sermón del Monte, el autor agrupa sobre un arma­ zón fundamental diversos materiales afines en su temática y que apa­ recen diseminados por los evangelios. Sin embargo, en este discurso, a diferencia del Sermón del Monte, puede apreciarse una mayor unidad de pensamiento al mismo tiempo que la persona de Jesús aparece más en primer plano. A diferencia de Marcos y Lucas, para Mateo no existen otros discípulos — mathétai — fuera de los doce. Por eso, no hay más que un discurso. Mathetes sirve para designar a los doce y para tipificar a todo el que se decida a seguir a Jesús: matheteüo es el verbo que des­ cribe la actividad de la Iglesia (M t 28, 19). Sólo en 10, 2 aparece el calificativo apostollos, y ha de explicarse como elemento redaccional posterior11. No es éste un hecho carente de importancia. Es que ma­ thetes ha adquirido resonancias nuevas, y, por ello, aparece resaltado al inicio del discurso, a diferencia de Me y Le. Como no hay más que un Maestro, igualmente no hay más que un discípulo llamado a continuar su obra, conectando en esta tarea con los 9. W. L. Knox, The Sources of the Synoptic Gospels, Cambridge 1957, 48; también W. E. Bundy, Jesús and the First Three Gospels, Cambridge 1955, 153. La opinión sugerida por F. W. B eare en The m'tssion of the diseiples and the Mission charge: Mt 10 and parallels, en Journal of Biblieal Literature, 89 (1970) 1-13: que los 70 podrían ser una creación literaria tendente a justificar la gran misión de los gentiles, o posiblemente la institución del presbiterado, es rechazada por J. Schmid aduciendo para su improbabilidad que en Le los setenta tienen un cometido muy limitado, y su misión es reservada a las ciudades por donde Jesús había de ir. Respecto a la prioridad originaria del discurso afirma que es posible que en Le 10, 1, aparte de algunos detalles de expresión, se encuentre la forma más antigua. Podría ser que Lucas lo hubiese encontrado ya en su fuente como discurso dirigido a los setenta y no a los doce. En su opinión el hecho de que Mateo lo haya fundido en una unidad con Marcos 6 , 6b-13 no es prueba con­ cluyente de que el primer evangelista no hubiera conocido el discurso como dirigido a los setenta (cf. J. Schmid, El evangelio según S. Lucas, trad. M. Gon­ zález, Barcelona 1968, 264 ss.). 10. M. J. L agrange, Evangile selon Matthieu, París 1923, 194. 11. W. C. Allen, S. Matthew, en The International Critical Commentary, 3.' ed., Edinburgh 1912, 100.

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