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DISCURSO DE LA MISION 47 meis, v. 40), profetas y justos (v. 4 1 ) y simples creyentes (m ikroi, v. 4 2 ) 85. E l v. 42, por su parte, presenta un paralelo en Me 9, 41, de cuyo estudio puede extraerse un importante elemento teológico, la identifi­ cación mathetes — Christou einai. Posiblemente la interpretación de Marcos deba ser considerada posterior. Situado al final del discurso de la misión, este logion, como los precedentes vv. 40-41, ofrece una doble intencionalidad: alentar la confianza del discípulo, del mensajero, por su identidad con Jesús: y posiblemente advertir a los primeros cristianos de las obligaciones de mutua y afectuosa caridad, contraídas por el hecho de pertenecer al grupo de los discípulos de Jesús, aunque posiblemente no se trate de un sectarismo exclusivista, como pretende W . E . Bundy 86. Conclusión Después de este recorrido analítico de las partes del discurso, y para evitar el riesgo de una visión atomística del mismo, pienso que será interesante una síntesis que posibilite la comprensión del conjunto. E s lo que denomino niveles de interpretación, que en el capítulo 10 de Mateo pueden reducirse a tres: cristológico, eclesiológico, escato- lógico. a) Cristológico Los elementos cristológicos que se desprenden son eminentemente funcionales = Jesús es presentado como H ijo , pero en función diná­ mica: abogado ante el Padre; como Signo de contradicción; Creador del verdadero Israel: Presente en las estructuras y hombres de la Igle­ sia; como Paradigma. b) Eclesiológico También la visión de la Iglesia es fundamentalmente concreta: verdadero Israel asentado en los doce, es presentada como signo de contradicción a imagen del Maestro; una Iglesia portadora del juicio y sometida al mismo; una Iglesia que tiene motivos para la esperanza, pero no para la euforia infundada; una Iglesia fraterna, vivificada por el Espíritu. 85. R . B u l t m a n n , o . c ., 182 y E . K a s e m a n n , o . c ., 90 ss. 86. O . c., 163.

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