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44 DOMINGO MONTERO su contenido. No se trata sólo de disponibilidad a la renuncia, sino de llamada apremiante a seguir la ruta específica recorrida por el Maestro. No obstante, no me atrevo a negar la posibilidad de que a la base esté un logion original de Jesús, pero me parece más convincente la evolución del dicho, recibiendo el sentido, auténticamente «programá­ tico», de la comunidad post-pascual. V. 39 : Como el v. precedente aparece cinco veces en los evange­ lios, con tres formulaciones: 1) Mt 16, 25; Me 8, 35; Le 9, 24 2) Mt 10, 39 3 ) Le 17, 33 Las diferencias de la primera formulación son casi inapreciables. Citamos el texto de Mateo como base, anotando entre paréntesis las peculiaridades de Me y Le: hos gar ean tkele ten psyebén autou sosai, apolesei autén. hos d’an apolese (Me apolosei) ten psichén autou eneken emoti (Me kai tou euaggelion) (Le houtos) eunesei (Me Le sosei) auten. La segunda y tercera formulaciones ofrecen cambios apreciables: Mateo usa sólo dos verbos, euriskein-apollynai, acertadamente combina­ dos en la prótasis y apódosis A ho eurbn B apolesei B ’ ho apolesas A ’ eurései poniendo de relieve la motivación cristológica: heneken emou. Lucas, por su parte, aporta novedades tanto en el vocabulario — zetan, peri- poiein, zoogonein — , cuanto en la estructura, no conservando el per­ fecto paralelismo mateano así como la motivación cristológica, dato este último que ha inducido a R. Bultmann a considerar el logion lu- cano como más p rim itivo 79. E l texto mateano se presenta como una auténtica paradoja. La ex­ trema severidad se explicaría por el sustrato escatológico que lo fun­ damenta. Sería un dicho perteneciente a las éticas de la escatología80. Con el presente versículo llega al culmen la radicalidad de la exigencia: la confesión de la fe en Jesús no puede conocer límites. Para el en­ viado, la vida es un talento a poner en juego en favor de la causa del Evangelio. 79. O. c., 124. Sin embargo, no falta quien considera más arcaica la formula­ ción mateana, así P. B e n o it , L’Evangile selon Matthieu, en La Sainte Bible, 2." ed„ París 1953, 77. 80. J. E. C a r p e n t e r , The First Gospel, 2.* ed., London 1890, 375.

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