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DISCURSO DE LA MISION 39 En esta sección, Mateo agrupa diversos logia, cuya historia literaria resulta d ifícil trazar teniendo en cuenta que los paralelos sinópticos presentan una diversidad notable, tanto en la ubicación cuanto en la form a65. No obstante «la tarea de la exégesis es la de comprender estas palabras en el marco literario y teológico intentado por el evangelista» 66. Mateo los sitúa en el contexto de la misión para alentar al discípulo, inmunizándolo frente al miedo, ya que el Padre y el H ijo del Hombre saldrán en su defensa. A pesar de la coincidencia a grandes rasgos con Le 12, 2-9. 51-53, pueden encontrarse algunas diferencias entre las que sobresalen: el cambio de la 3.a persona en Lucas a la 1.a en Mateo (homologései-ho- mologésd ); la substitución del hyios tou anthropou de Le por el kago de Mateo 67; el tribunal para Lucas es ante los ángeles, en tanto que para Mateo es ante mi Padre. Con respecto a Le 12, 51-53 la diferencia con Mateo es más clara. Merece notarse el uso que el primer evangelista hace del verbo erches- thai (tres veces el aoristo) referido a Jesús, a quien la comunidad con­ fiesa como el erchomenos (M t 21, 9) y la redacción de Lucas, que em­ plea paraginesthai (una vez y en participio). Todo esto puede sugerir que ni Mateo ni Lucas son primitivos, sino que ambos ofrecen una elaboración personal de una sentencia cuyo contenido original podría ser: la predicación tendrá é xito 68. Estructura literaria Aunque con un doble bloque de vocabulario (vv. 26-33 y 34-36), que ha inducido a algunos a establecer una neta división entre ambos 65. Sobre el problema literario, cf. R . B u ltm a n n , o . c ., 126 ss.; T. W . M a n - s o n , o. c., 105-108; L. V a g a n y , Le problème synoptique, Tournai 1954, 139; P. B o n n a r d , o . c ., 150; W. E. B u n d y , o . c ., 162-163. Este último realiza un estudio de cada grupo-elemento siguiendo como criterio de autenticidad del logion la referencia o no a la persona de Jesús. Tal postura prejudicial me parece arbitraria —lo mismo puede decirse de Bultmann— . Así, considera auténticos los w . 28-31, ya que no hay ninguna adherencia personal a Jesús, y niega la historicidad de los vv. 32-33 por su contenido cristocéntrico. 66 . P. B o n n a r d , o . c ., 150. 67. R. B u ltm a n n , o . c ., 145, se declara por la autenticidad de Le 12, 8 y Me 8 , 38, basado en la distinción entre Jesús y el Hijo del Hombre. Según J. W e i s s , Die Predigt Jesu von Reiche Gottes, 3." ed., Góttingen 1964, 165, tal identificación es inconcebible desde el punto de vista histórico. 68 . E. P e r c y , Die Botschaft Jesu. Eine tradilionskritische und exegetisebe Unlersucbung, Lund 1953, citado sic por M. V id a l , a. c., 336, nota 128. b ) Advertencias : 10, 26-36

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