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24 DOMINGO MONTERO tivo, diverso orden) y muy probablemente fuentes diversas: una común a Mateo y Marcos y otra a Lucas y Hechos. Por otra parte, cada elenco responde a una estructura. Quizá la más visible sea la de Marcos, donde puede apreciarse dentro del grupo una organización. Existe un número uno: Pedro, y un núcleo compuesto por tres: Pedro, Santiago y Juan (Marcos pone de relieve este grupo en diversas ocasiones: 5, 3 7 donde falta el paralelo de Mateo; 9, 2 y 14, 33 que encuentran sus paralelos en M t 17, 1-13 y 26, 33-45, respectivamente). En tanto que Mateo y Lucas conservan para el grupo el orden de llamada por lo que al grupo de cabeza se refiere — los cuatro primeros— , Marcos y Hechos relegan a Andrés al 4.° puesto. En Juan 1, 40-42 todo el orden es cambiado y dramatizado. No puede decirse, sin embargo, que la lista de Mateo carezca de una precisa es­ tructuración. Los doce están organizados en grupos binarios, respon­ diendo quizá a Me 6, 7 con lo que tendríamos otro testimonio indi­ recto de la existencia de la misión prepascual, no descrita pero supuesta en Mateo. Además, y junto a esa estructuración binaria, puede señalarse un agrupamiento de los doce en tres grupos de cuatro nombres: 1.° personajes definidos por una especial amistad con Jesús 2.° nombres con afinidades especiales con no judíos 3.° el grupo más judaizante28. La voluntad de Mateo en presentar una organización dentro del grupo aparece clara con la connotación de protos atribuida a Simón Pedro ( = Mt 16, 17-18). El significado de los doce Todos los exegetas coinciden en afirmar que, en Mateo, los doce están en conexión con las doce tribus de Israel (M t 19, 28), al mismo tiempo que se constata la ausencia de tal indicación en Marcos. E l nú­ mero 12 en tiempos de Jesús simboliza la unidad y totalidad del pueblo de Israel. Una parte esencial de la esperanza escatológica era que Is ­ rael sería restaurado, como pueblo de las doce tribus (cf. Eclo 36, 10; 48, 10; Is 49, 6; Ez 45, 8). A l constituir Jesús un grupo de doce miembros en este trasfondo cultural-religioso significa que, consciente­ mente, asume esa esperanza y que pretende darle la respuesta defini­ tiva 29. No parece exacto afirmar que Jesús con la institución de los 28. La Bible de Jerusalem, París 1973, 1428, nota a. 29. S. F reyne, The Twelve : Disciples and Apostles, London 1968, 24-33.