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DISCURSO DE LA MISION 23 — En todas las listas sinópticas, Judas aparece como un miembro integrante del grupo de los doce. Ta l hecho, con la connota­ ción a la traición, sería difícilmente explicable si el grupo fuera una creación pospascual. Aclarado el punto de la historicidad, pasamos al estudio del texto, ya que no es indiferente la presentación de cada evangelista. En los tres sinópticos, Pedro está en primer lugar, y con diversos matices se hace alusión al doble nombre. Judas, por su parte, ocupa el último lugar con una indicación clara a su traición. Pero no todo son convergencias. Y así en la enumeración del grupo se advierten matices peculiares. Mateo coloca a Tomás en el 7.° lugar, en tanto que en Me y Le este puesto es reservado para Mateo. Existe, pues, una inversión entre los puestos 7.° y 8.°. En el 10.° lugar Mateo y Marcos sitúan a Tadeo, que no aparece en Lucas y Hechos y cuyo puesto lo ocupa Simón Zelotes. Simón el Cananeo aparece situado en Mateo y Marcos al puesto n. 11.°; en Lucas es Judas el de Santiago el que ocupa tal posición. No sólo el orden, también los nombres varían: únicamente Mateo añade Maththaios o telones (también una variante de M e )26. E l sobre­ nombre zelotes aplicado a Simón falta en Mateo y Marcos, que, a su vez, le denominan kananios. A este respecto hay que notar que Lucas y Hechos presentan los mismos nombres y apelativos, y que en ambos falta Tadeo, común a Mateo y Marcos, siendo substituido por Judas el de Santiago, hecho que debe atribuirse, según J. Jeremías, a un cambio de Mt y Me respecto al original de Le que habría conservado más fiel­ mente la tradición27. No obstante tampoco es total la coincidencia entre las dos listas, el orden cambia un poco: En Hechos, Andrés pasa al 4.° lugar (en Le ocupa el 2.°); Tomás pasa al 6.° puesto (en Le apa­ rece en el 8.°); Bartolomé pasa del 7.° en Hechos al 6.° en Lucas; Mateo del 8.° en Hechos al 7.° en Lucas. Todas estas variantes, ¿qué pueden sugerir? Cuando menos la ac­ tividad redaccional del evangelista (nombres en acusativo y nomina­ 26. La peculiaridad de Mt 9, 9, según la cual, en vez de Leví (cf. Me 2, 13- 14 y Le 5, 27-28), el personaje sentado al telonio se llama Mateo, puede ser explicada diversamente: sustituyendo Mateo por Leví el autor del primer evan­ gelio presumiblemente sigue una tradición que identificó a ambos personajes como un solo; o quizá el cambio se explica por el hecho que en la lista de Me y Q no aparece ningún discípulo llamado Leví. Esto habría inducido a Mateo a ser más coherente. 27. O. c., 289-29.

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