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22 DOMINGO MONTERO orden. Lucas añade dynamin a la exousian de Marcos y Mateo; y panta daimonia en vez de pneumaton akatharton 23. En tanto que Lucas insiste en la elección de los doce — eklexatnenos 6, 13 — y Marcos en su constitución como grupo — epoíésen 3, 13 ss.— , Mateo solamente ofrece la lista de los doce, prescindiendo de elementos históricos tales como la respuesta de los doce (Me 3, 13) o la noche previa de Jesús en oración (Le 6, 12). Hasta ahora, Mateo sólo había nombrado a cinco seguidores de Jesús. De improviso, pre­ senta el grupo de los doce como una realidad conocida de todos: pros- kalesamenos tous dodeka. La lógica parece estar de la parte de Marcos y Lucas que introducen una cláusula previa: la formación del grupo. Sin embargo, la presentación de Mateo no es casual. Su interés va en otra dirección. No está haciendo crónica. Su comunidad conoce estos datos que sirven de marco para situar una catequesis «ad hoc», am­ bientándola con rasgos de la vida del Maestro. Pretende iluminar el presente evocando, no contando, el pasado. La lista de los doce: 10, 2-4 Antes de hacer unas reflexiones sobre la lista de los discípulos, su estructura y contenido teológico, es necesaria una breve aclaración sobre la historicidad del grupo de los doce. J. Welhausen, recogiendo una sugerencia de Schleiermacher, ha negado la conexión histórica entre el grupo de los doce y Jesús de Nazaret24. Opinión que ha encon­ trado numerosos seguidores, pero que, a juicio de J. Jeremías, se funda en afirmaciones categóricas absolutamente arbitrarias25. Dos hechos parecen confirmar la historicidad del grupo y su conexión con la vida de Jesús: — Los doce aparecen ya en la confesión de fe de 1 Cor 15, 5: eita tois dodeka. 23. Para una mejor comprensión del significado de arrojar demonios cf. el número monográfico de la revista Concilium, 1975: «Satana-i demoni sono dei «niente». Especialmente los artículos de M. Limbeck, Le radici della conoscenza biblica del diavolo e dei demoni, 45-61, y de K. K e r te lg e , Gesù, i suoi miracoli e Satana, 62-72. También ofrece puntos interesantes a este respecto el número monográfico de la revista Biblia y Fe, 1976, dedicado al tema Demonios y exorcismos, ¿sím­ bolo o realidad? 24. Einleitung in die Ersten drei Evangelien, 2.“ ed., Berlin 1911, 141.144. 25. Theologie du Nouveau Testament, Paris 1973, 290.

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