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DIALOGO DE X. ZUBIRI CON LA METAFISICA CLASICA 357 Un diálogo asimilador preside estas reflexiones zubirianas sobre la meta­ física clásica. Pero ya en este primer momento hemos podido notar que no se limita meramente a repetir lo ya pensado por los grandes metafísicos. E l retorno de Zubiri al realismo de la metafísica clásica recibe nueva aclaración desde el diálogo que entabla con dicha metafísica sobre el con­ cepto de verdad. Nuestro filósofo en el inicio de este diálogo acepta sin más el concepto de verdad lógica propuesto por la metafísica clásica al definirla como «conformidad del conocimiento con la cosa» 14. Y ciertamente tiene esta definición un profundo sentido realista, sobre todo si se la compara con el concepto de verdad, propuesto por Kant o por el idealismo moderno. Pero el realismo de Zubiri pide una inserción ulterior en las cosas con su teoría de la «verdad real», que es la verdad de la misma cosa. Los escolás­ ticos llamaron a la verdad de la cosa « verdad ontològica». Es ésta el funda­ mento de la verdad lógica. En sí misma es la conformidad de la cosa con su concepto o idea objetiva. Sto. Tomás la expone en los siguientes términos que resumimos: La cosa no se dice verdadera sino en cuanto es adecuada al entendimiento. De donde las cosas naturales, de las que es nuestra ciencia, «mensuran» nuestro entendimiento, pero son mensuradas por el entendimien­ to divino, como las cosas artificiales lo son por el entendimiento humano. Según esto, la razón de la verdad de las cosas se halla per prius en el enten­ dimiento divino antes que en el humano. De aquí que si no se diera un entendimiento humano, todavía las cosas se dirían verdaderas respecto del entendimiento divino. Pero si ambos entendimientos, el humano y el divino, desaparecieran por un imposible, entonces dice Sto. Tomás setenciosamente: «Nullo modo veritatis ratio remaneret » 15. Pese al sedimento realista de toda esta metafísica, a Zubiri le parece que no es suficiente para garantizar la verdad real. Esta verdad real, afirma, no es la mera verdad lógica que es verdad del conocimiento, mientras que ésta es verdad de la misma cosa. Tampoco se identifica, añade, con la llamada verdad ontològica, porque en la verdad real no hay conformidad de ninguna especie. Toda conformidad exige dos términos. Y bien claramente los ha puesto en relieve Sto. Tomás. Pero Zubiri no puede aceptar en un primer momento la salida de la cosa real hacia el concepto. La verdad real no es más, tampoco menos, que la misma cosa en sí actualizada en la mente 16. En resumen; la escolástica, por la voz autorizada de Sto. Tomás, nos habla de dos verdades: la lógica y la ontològica. Zubiri acepta ambas. Pero su realismo le exige una verdad anterior: la verdad por la que la cosa real se actualiza, se hace presente, en la mente humana. Esto se lo exige a Zubiri su realismo, pero también su metafísica intramundana, desde la que 14. SE, 112 y 117. 15. D e ven tate, I, 2c. 16. SE, 118.

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