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370 ENRIQUE RIVERA rativa. Y esto lo hace con su acción libre. E l hombre, con sus caracteres psico-orgánicos, recibidos por transmisión genética, tiene ahora una vida abierta a distintas formas de hallarse en la realidad. A estas distintas formas las llama Zubiri posibilidades. Con ellas tiene que contar el hombre para realizar su vida. Estas posibilidades que al hombre le son dadas por la tradición constituyen, según Zubiri, radical y formalmente la h isto ria48. En este momento, transmisión, tradición y posibilidades se entrecruzan en la dinámica de la historia. La transmisión entrega la antorcha de la vida a la generación siguiente. Con la vida, la tradición entrega igualmente las diversas formas de estar en la realidad. Estas diversas formas ya hemos dicho que son las diversas posibilidades del viv ir humano. ¿Por cuál de estas posi bilidades optará el hombre? Esto le decidirá su libertad. Con ella dará prin cipio la gran faena de la propia intervención de cada individuo en la historia, al actuar con su libertad en la creación de nuevas e incesantes posibilidades. Es, pues, el hombre con su libertad quien elige entre las diversas posibili dades que se le ofrecen. Mas al optar por una de ellas, la posibilidad ipso facto se transforma para él en proyecto. E l proyecto, a su vez, en cuanto va realizándose, ya no es un mero hecho, sino que llega a ser un suceso 49. Pues el suceso es para Zubiri la realización de posibilidades en cuanto el hom bre las hace suyas, en cuanto «se las apropia». Posibilidad no es, por tanto, lo mismo que potencia, demasiado acercadas en la metafísica clásica. E l hombre prehistórico y el actual tienen parecidas potencias psico-orgánicas. Pero sus posibilidades son inmensamente distintas. De aquí las diversas for mas en que el hombre puede realizarse. Las posibilidades con que cuenta el hombre al hacer su propia historia, no han estado siempre ahí. Han sido creadas en un momento dado y pre ciso. Hace siglos era ridículo pensar en ir a la luna. Hoy no lo es. Esto se debe a que la historia, en expresión profunda de Zubiri, es un proceso metafisico de capacitación. Este proceso sitúa al hombre a la altura de los tiempos 50. Asoma en este momento un nuevo concepto, capital en historia, que está siendo muy estudiado por el profesor Zubiri: el tiempo como ingre diente de la vida humana y de la historia. Imposible detenernos a hacer un análisis en esta ocasión. Lo dejamos para una reflexión futura, pues creemos que lo dicho sobre la historia en Zubiri basta para hacer ver el camino diverso que ha tomado respecto del que siguió la metafísica clásica. En ella la rea lidad histórica tiene tan sólo sentido de modelo, de paradigma, sin justifi 48. Est. c., 20. 49. Est. c., 39. En este momento Zubiri empalma su reflexión sobre la historia con lo que escribe en SE, 204, en torno a la posibilidad como concepto metafisico. A él hemos aludido en este estudio al final del apartado 2: Diálogo plenificante. 50. Est. c„ 57.
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