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DOS TEMAS FUNDAMENTALES DE LA FILOSOFIA. 349 Sartre, la experiencia de la negación de su propia libertad; y, en consecuen­ cia, también el descubrimiento del peso real del mundo. SÍ hemos de dar fe a estas declaraciones de Sartre, es evidente entonces que para el tiempo en que redactaba L’être et le néant, él había vivido ya la fragilidad de su propia libertad. Esto, por lo demás, no es discutido por Sartre. Por el contrario, lo concede de buen grado cuando afirma que: «Efec­ tivamente, hubiera debido de comenzar a descubrir esta fuerza de las cosas desde L’être et le néant, porque, para esa época, ya se me había hecho soldado, siendo que no quería serlo. Ya había hecho, pues, la experiencia de algo que no era mi libertad y que me gobernaba desde fuera» 176. Sólo que ni esta experiencia de la negación de la libertad individual por un poder político-social, ni aquella otra del hombre como existente social encuentran resonancia alguna en el tratado de la libertad que nos ofrece L’être et le néant. La experiencia del hombre como ser-social no aparece por ninguna parte; y por lo que toca a la toma de conciencia del peso del mundo como verdadero límite de la libertad humana, ya hemos indicado que ese peso del mundo es contrarrestado y absorbido por la fuerza trascen­ dente del para-sí; de forma que, en el fondo, no llega nunca a ahogar la libertad del individuo. Esto, y dando por supuesta la sinceridad de las re­ cientes declaraciones de Sartre, nos parece que habla a favor de nuestra suposición, según la cual la doctrina de la libertad de L’être et le néant, para el tiempo mismo en que se redactaba, en cierta medida se quedaba atrás con respecto a las experiencias sociales que Sartre había vivido. Y puntualizamos, sólo en cierta medida. Porque no podemos ignorar que Sartre rememora estos acontecimientos desde la perspectiva de 1975. Con esto no deseamos cuestionar la veracidad de sus declaraciones, sino señalar tan sólo que nos encontramos ante declaraciones que nos ofrecen, en verdad, una interpretación. Y es bien posible que esta interpretación venga mati­ zada por una comprensión teórica de esas experiencias que estaba ausente en la época en que fueron vividas. De acuerdo con esto podríamos decir entonces que el hecho de que las experiencias de estos años no hayan encontrado un eco efectivo en la teoría de la libertad de L’être et le néant no se debe remontar, para expresarlo con un término sartreano, a un proceder de «mauvaise foi» de parte del autor, sino sencillamente a la ausencia de una comprensión teórica cabal de esas experiencias que sacase a plena luz las implicaciones que comportaban. Que esta explicación no es una mera hipótesis, que Sartre no logrará la comprensión teórica de las enseñanzas que se desprendían de esas experien­ cias sino en los años de la segunda postguerra, es confirmado por él mismo, cuando señala: «Todo hombre es político. Pero esto no lo descubrí para 176. Situations IX , ed. cit., 99.

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