PS_NyG_1978v025n002p0251_0269

266 DOMINGO MONTERO — Acto salvador expresado con idénticos términos: ekteinein ten chei- ra :: Ex 14, 16. 21. 26. 27 = Mt 14, 31. — Acto de fe en Dios: Ex 14, 31 = Mt 14, 33. La mera posibilidad de reconstruir el esquema a partir del libro del Exo­ do y de los versículos de Mt 14, 22-33 demuestraque no se trata de una sistematización arbitraria. La comunidad mateana, como Israel, se debate en una situación difícil: la esclavitud de Egipto (Ex 1, 8 ss.) y la opresión de la ley (Gal3, 10-14) instrumentalizada por la clasedirigente (Mt 23, 1-4; 15, 1-9). No obstante, mientras permanece en esta situación goza de un mínimo de garantías: el alimento (Ex 16, 3), la certeza de la observancia de unas leyes, la circuncisión (Mt 15, 1 ss.; 9, 11. 14; Act 11, 3; 15, 1). Saliendo de la esclavitud, la comunidad experimenta la novedad de la libe­ ración que no le ofrece soluciones substitutorias (la novedad de Jesús es radical: «se os dijo... pero Yo os digo», Mt 5, 21 ss.), sino una llamada radical a la fe en la palabra de Dios. Existe el peligro de la añoranza por la seguridad perdida «volviendo el corazón a Egipto» (Act 7, 39 = Núm 14, 3). Uno de los motivos que aparecen con más fuerza en este esquema es la automanifestación de Dios, el Ego eimi. Pero esta expresión no posee sola­ mente capacidad para evocar retrospectivamente la experiencia de un éxodo pasado, el de Egipto, sino que, en cuanto es recogido por el Deutero-Isaías, es iluminador del futuro: la auto-revelación del Dios de Israel como promesa de un nuevo éxodo concretado en la redención de su pueblo de Babilonia. La posibilidad y licitud de individuar tal resonancia isaiana en el Ego eimi de Mateo no carece de motivación. Una simple lectura del evangelio nos descubre siete citas expresas de Isaías por una introducción precisa (3, 3; 4, 14; 8 , 17; 12, 17; 13, 14; 15, 7); a las que han de añadirse Mt 1, 23 (como dice el profeta); 25, 5a (para que se cumpliera el oráculo del profeta)31; 21, 13 (como está escrito). Una lectura más detenida nos descubre no menos de 18 contextos paralelos entre Mateo y la obra isaiana como era conocida al tiempo del NT 32. Esta doble dimensión, retrospectiva y prospectiva, que sugiere la auto-revelación del Ego eimi debe alentar a la comunidad para que, bajo la mano extendida de Dios, recorra el camino de su peregrinar en la fe, consciente de que Jesús, el Señor, no la abando­ nará como tampoco Yahweh abandonó a Israel en el pasado. 31. Merece notarse el modo de citar: textos de diversos autores, superpuestos y combinados, son presentados formando una unidad; tal uso encuentra su constatación más visible en el Apocalipsis. 32. Cf. Mt 2, 11 = Is 49, 23; Mt 3, 12 = Is 41,16; Mt 5, 5 = Is 61, 2-3; Mt 5, 6 = Is 51, 1; Mt 5, 35 = Is 66 , 1; Mt 6 , 18 = Is 58, 3; Mt 6 , 6 = Is 26, 20; Mt 11, 4 ss = Is 26, 19; 29, 18; 35, 5; 61, 1; Mt 11, 23 = Is 14, 13-15; Mt 16, 19 = Is 22, 22; Mt 21, 23 ss = Is 5,1-7 ss; Mt 23, 13 s = Is 5, 8-25; Mt 24, 29 = Is 13, 9-10; 34, 4; Mt 24, 35 = Is 51, 6 ; Mt 25, 34-40 = Is 58, 6 - 8 ; Mt 26, 63a = Is 53, 7; Mt 27, 14a = Is 53, 7; Mt 27, 60 = Is 53, 9.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz