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264 DOMINGO MONTERO 8 , 23-27 (muy próximo a Mt 14, 22-33), puede concluirse que la barca, con su connotación eclesial28, es un tema clave de la narración y que, además, dada la insistencia (5 veces) contribuye a dar relieve a la perícopa dentro del marco más amplio que supone el «proyecto literario-teológico» de Mateo. Intimamente ligado al tema de la barca, se encuentra el de la duda y el temor (phobos, oligopistos, distazein, tarassein). Parece justo pensar que no se trata de una combinación arbitraria y casual (cf. Mt 8 , 23-27). La visión que se recoge de la lectura eclesiológica del Evangelio de Mateo es la de una comunidad en situación de éxodo, expuesta a la duda, al desánimo, al miedo y hasta al escándalo (en tal sentido habría de enten­ derse la advertencia de Mt 11, 6 ) M. Esta realidad que aparece descrita con crudeza en el capítulo 10 , invade todo el evangelio bajo esquemas literarios diversos, el de la barca agitada por las olas es uno de ellos. Mateo se cuida de indicar el causante de la prueba: las fuerzas negativas, que en el capí­ tulo 10 son los hombres; en 16, 18 las puertas del infierno; y en 14, 22 ss. el mar con su connotación negativa de potencia antagonista de Dios30, quizá sea debido a esto el uso de thalassa en vez de limen para designar al lago. Mas no se contenta con presentar a una comunidad angustiada, una barca sin rumbo ni patrón, agitada por las olas; la persona y las palabras del Señor resucitado iluminan la situación. En tres momentos podría esquematizarse la eclesiología mateana: — origen: surgida de la voluntad de Cristo: Mt 10 , 1-11; 28, 18 s. — tiempo intermedio-, expuesta a momentos difíciles, riesgos: Mt 8 , 23- 24; 10, 16 ss.; 14, 24 ss. — fin: confortada y asegurada del éxito final por la promesa de Jesús: Mt 8 , 26-27; 10, 28-33; 14, 32; 16, 17-20; 28, 20. (1975) 192-195; y O. da S pinetoli , Matteo, commento al Vangelo della Chiesa, Assisi 1971, 362. Sobre el testimonio de los Pardes: Beda Venerabilis afirma In Marci Evangelium Expositio: CCL 120, 516: «Labor discipulorum in remigando et contrarius ventus la­ bores s. ecclesiae varios designai quae inter undas saeculi adversantis... ad quietem patriae coelestis quasi ad fidam litoris stationem pervenire conatur». Una interpretación pormenorizada de cada uno de los elementos puede encontrarse en S. Jerónimo: «Na- vis in medio mare, id est, Ecclesia in medio mundi; iactabatur fluctibus, id est, per- secutiones patiebatur; ventus contrarius, id est, diabolus» (Expositio Quatuor Evan- geliorum: In Evangelium secundum Matthaeum: PL 30, 551). 29. El verbo katapontizo, que sirve para indicar el peligro que corre Pedro, reapa­ rece en Mt solamente en el tema del escándalo (18, 6 ). Podría sugerir el peligro a que se expone el cristiano que duda — «Petro mergente in mare, id est, dubietate fidei; sic omnis qui dubitat in fide, mergit in peccatum» (S. Jerónimo, o. c., ib.)— o se es­ candaliza del Maestro. 30. La creación es una victoria de Yahweh sobre el yam; El ha derrotado a los monstruos marinos (Is 27, 1; Sal 74, 13-14; Ap 9, 1); para el mar como lugar de residencia de las fuerzas demoníacas, cf. Mt 8 , 28-33.

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