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PARA UNA MEJOR COMPRENSION DE MT 1 4 , 2 2 -3 3 263 A esta afirmación debe añadirse que es un término teológico pospascual 'on un posible fondo litúrgico. El usode la proskynesis puede considerarse muy semejante al del término Kyrios — de hecho aparecen frecuentemente unidos— ; ambos encuentran sus raíces en la experiencia pospascual y desde ahí, retrospectivamente, proyectan su luz sobre los acontecimientos de la vida terrena de Jesús de Nazaret, visto no ya como un Rabbí sino como Cristo y Señor, Hijo de Dios. Siendo todo esto cierto, se impone una continuación en profundidad, para advertir la verdadera importancia del término. En el primer evangelio puede ser individuado un doble uso: — proskynesis + petición: 8 , 2; 9, 18; 15, 25; 18, 26; 20, 20. — simple proskynesis: 2, 11; 14, 33; 28, 9. 17. Sin pretender apurar demasiado las conclusiones, pienso que pueda afir­ marse que la «simple proskynesis» reviste un valor específico: es el acto consciente de adoración, libre, gratuito, sin otro impulso que la fe, recono­ ciendo en Jesús al Hijo de Dios (cf. Mt 4, 10, donde el evangelista explica de una vez por todas el alcance que atribuye a la proskynesis en su obra). Los ocupantes de la barca, después de ser testigos de un hecho salvador inspirado en temas del éxodo, reconocen el poder de Dios que se revela en Cristo. 3. To ploion Ya se ha insistido anteriormente en la coloración soteriológica y pospas­ cual; a estos elementos debe unirse otro fuertemente acentuado en la perí- copa: el aspecto eclesial. Si bien lo eclesial supone como centro el hecho cristológico 27 (ya que sin él no existe ni salvación ni iglesia), al insistir en el aspecto eclesial se pretende notar un matiz que le diferencia de Marco. En Mateo el interés recae sobre la barca. Así, en 14, 24, es la barca la que se encuentra a merced de las olas — basanizomenon — en tanto que en Marcos son los discípulos los que corren el peligro — autous basanizome- nous — . Al final del relato son los de la barca — hoi de en to ploio — quie­ nes adoran. Un elemento estadístico contribuye a descubrir el relieve que el término ploion adquiere en este relato: sobre un total de 13 constataciones del voca­ blo en el evangelio de Mt, 6 se encuentran en el capítulo 14, y 5 en nues­ tra perícopa. Si a esto se añade la interpretación secular de la tradición — a partir del final del siglo n— sobre el contenido eclesiológico-salvífico de Mt 2 7 . A.-M. D e n is , o . c., 2 4 4 . 28. Sobre el valor simbólico y eclesial de la barca, cf. H. R a h n e r , Navícula Petri, en Zeitschríft für Katholísche Theologie 69 (1947) 1-35 y K. G o l d a m m e r , Navis Ecclesiae, en Zeitschríft für die neuteslamentliche Wissenschaft 40 (1941) 78-86. A este respecto se puede consultar L. S a b o u r in , The Miracles of Jesús, en Biblical Theology Bulletin 5

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