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184 ALEJANDRO ROLDAN VILLER fusión actuales, debe resonar aquel mensaje de Francisco: «vuelta al Evan­ gelio sin glosa». Por eso, la Regla de S. Francisco se resume en: «guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo» 386. ¡No puede haber slogan más simple y menos sofisticado! Y , por lo mismo, Celano nos dice que: «La suprema aspiración, el más vehemente deseo y el más eficaz propósito de nuestro bienaventurado Francisco era guardar en todo y por todo el Santo Evangelio, y seguir e imitar con toda perfección y solícita vigilancia, con todo el cuidado y afecto de su entendimiento y fervor de su corazón, los pasos y doctrinas de Jesucristo Nuestro Señor» 387; y, por supuesto, interpretando el Evangelio literalmente 388. Ciertamente que esta interpretación «literal» del Evangelio le llevó a S. Francisco a aplicaciones discutibles, y aun en ocasiones del todo falsas, como cuando: «prohibió a! cocinero que cociese el día anterior las legumbres que los religiosos había de comer al día siguiente, según se acostumbraba, para que sigiueran aquel consejo del Evangelio: No queráis ser solícitos por el día de mañana » 389, o como cuando llamaba «amigo mío» a un médico de Arezzo, que tenía por nombre «Buen-Juan»: «por respeto a Cristo, que dijo: Nadie es bueno sino solo Dios» 390. Es evidente que este sistema radical de interpretar literalmente la palabra de Dios tiene sus inconvenientes serios y obvios; pero lo que ha llevado a la confusión presente es todavía más 191 grave . cc) Mensaje de «pobreza » y «penitencia» dentro del misterio general de la cruz. Estas dos virtudes cristianas son un auténtico misterio incomprensi­ ble para nosotros aun dentro de la economía de la fe, y es inútil buscarle de que la Ciencia lo probase como «cierto»— pudieran coordinarse las afirmaciones de Ciencia y Teología en este punto (pues la teoría de las dos verdades está felizmente superada hace mucho tiempo); pero nos entristece profundamente el que se dé por cierto lo probable, o aun posible, y que se creen tinglados teológicos (como las expli­ caciones que se han dado del pecado original en la hipótesispoligenista,olainterpre­ tación exegética de los textos aducidos de S. Pablo), sin suficientefundamento cien­ tífico. La actitud correcta, a nuestro parecer, es mantener hoy como «más probable» la explicación tradicional del pecado original («análogo» con el pecado personal, no «equívoco»), y la exégesis tradicional de los textos de S. Pablo, ...y esperar a que la Paleantropología aporte razones —si es que esto es posible— sobre el poligenismo humano, más fundadas que las aducidas hasta el presente. 386. I I Regla, c. 1 [BAC 21], 387. I Celano, n. 84 [BAC 302]; Leyenda de los tres compañeros, n. 25 [BAC 721], 388. E spejo de Perfección, c. 2. X IX [BAC 609]. 389. Espejo de Perfección, c. 2, X IX [BAC 609-610]. 390. Espejo de Perfección , c. 13. C X X II [BAC 701]. 391. El aran naturalista protestante Philip Gosse, sostuvo en su Om phalos, que Dios creó el mundo hace 4.000 a. C., en 6 días de 24 horas, con sus fósiles, tal como ahora lo vemos. Pero esta interpretación literal del Génesis, que desacreditó a la Igle­ sia Protestante de Inglaterra ante los científicos de principios de siglo, no trajo tantos inconvenientes como los centenares de sectas, que siguieron en un principio la inter­ pretación libre de la Biblia, y que obligó a muchas —como reacción del instinto de conservación— a refugiarse en una interpretación literal de la Biblia.

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