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SAN FRANCISCO DE A S IS . 117 no Ies podía in teresar darno s u n perfil pu ram en te psicológico de S. Francis­ co'. — , darem os una visión «sintética» del psiquismo del santo, agrupando alrededo r de su personalidad, los lim itados datos que encontram os. Y , como la personalidad to tal se in teg ra p o r sus tres com ponentes parciales — perso­ nalidad intelectu al, volitiva y afectiva 36— , dedicaremos un a somera consi­ deración a cada uno d e ellos. 1 ) Personalidad intelectual de S. Francisco a) Formación intelectual del santo. P artam o s del hecho de que el santo gustaba llam arse, en su hum ildad, «sim ple e idiota», aunque el sentido del segundo térm ino no sea necesariam ente el nu estro 37. En realidad, como ve­ remos, su inteligencia no fue nada vulgar en una de sus v ertien tes. E ra cier­ tam en te «iletrado» ; aunque — como no ta un biógrafo— : «no po r eso cabe llam arle ignorante. Su cu ltu ra m ental, de índole muy diversa a la de las escuelas, fue densa y p o sitiv a » 38. La v erdad es que no estud ió Teología, ni las D ecretales, ni ciencia alguna de su época. Sólo aprendió el catecismo, el alfabeto y a leer y escribir en la esc u e la 39 — que, por cierto, se cobijaba en­ tonces en la iglesia ex tram u ros de S. J org e 40 — ; y estudió tam bién el francés — lengua p o r la que tenía Francisco predilección, aun cuando no la dom i­ nase 4I— , y en p arte el latín , además de estar fam iliarizado con la poesía y [Componente 2 .° ] : I C e la n o , n. 83 [B A C 3 0 2 ]. Debe notarse que, aunque interviniese en estos rasgos la virtud, un tipo 3." ó 1.°, pronunciado de Sheldon, no podría so­ portar habitualmente esta sobriedad de sueño y exceso de trabajo. ¡Son, pues, rasgos constitucionales!; 4 ) Soportó el dolor en una operación (le aplicaron un hierro can­ dente en la carne, desde el oído hasta la sobreceja) sin dar muestras de afectarle dema­ siado [Componente 2 .° ] : II C e la n o , n. 166 [B A C 4 3 2 , 4 3 3 ]. Cabe aquí la misma ob­ servación que hemos hecho con ocasión del sueño y trabajo excesivo; 5 ) Gusto por la soledad y retiro [Componente 3 .° ]: B u e n a v e n t u r a , c. 2 , n. 5 [B A C 4 7 4 ], Cierto que este buscar la soledad fue respuesta al llamamiento de Dios a una mayor perfección, pero puede considerarse aquí como rasgo psicológico también natural, pues fue un modo temprano v espontáneo de responder dei santo, y no se trata de una manifestación necesaria de querer secundar la llamada de Dios, como se ve en la conducta de mu­ chos santos de tipo 2 ° sheldoniano. Podríamos prolongar algo más esta lista de rasgos, aunque no mucho más. 36. Quien desee ver declarados estos conceptos, puede consultar nuestro reciente libro: El Carácter. Madrid 1975, 135-139. 37. Se llamaban entonces «idiotas», no sólo a los que carecían de formación cien­ tífica, sino también a los legos, en oposición a los clérigos. Ver H . Felder, Los ideales de San Francisco, Buenos Aires 1948, 363. 38. S a r a s o la , o . c., 9. 39. E n g le b e rt, o. c ., 54. 4 0 . S a r a s o la , o . c ., 7. 41. Leyenda de los tres compañeros, n. 10 [BAC 712], Cabe notar que, en aquel tiempo, el francés e italiano, eran poco más que dialectos de una lengua común, de modo que su uso era corriente entre las clases bajas del pueblo (H. Felder, Los ideales de S. Francisco de Asís, Buenos Aires 1948. 364). Pero, si el consignar que el santo conocía la lengua francesa es un dato que no tiene especial interés; no carece de él el curioso comportamiento de Francisco en el uso del francés. «En los momentos de mayor emoción — nos dice, en general, Sarasola, o. c., 8 — , cuando se hallaba estremecido de

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