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EL PECADO OR IG INAL. 95 sión po r m eter a todos en el pecado, en form a tan inevitable y radical es una afirmación inhum ana, antim o ral, antievangélica. Con más razón que en­ tonces h ab ría que recordarles a Baumann y a los p ro testan te s lo que m o r­ dazm ente decía Ju liano de Eclana a San Agustín: «N o te lavarás nunca de los misterios de Manes». La teoría o explicación de Baumann y los p ro testan te s pod rá ten er sus antecedentes en el dualismo extrem oso de m aniqueos y gnós­ ticos, pero nunca en el Evangelio. 5) Baumann piensa que la actitud-situación radical, p rim era, del hom ­ b re an te D ios es una situación retorcid a (-verkehrte Grundkaltung). De la lectura del N .T . se deduce lo con trario : la situación radical del hom bre an te Dios es o tra: el hom b re, p rim o rd ial y radicalm ente, es, an te D ios, un llam a­ do, un destinado a la vida etern a, po r ello acogido a su vo lun tad salvífica seria, sincera, operosa; en una palab ra, es inicial y radicalm ente un agra­ ciado de Dios y como ta l e n tra en la existencia. E sta situación óntica exis- tencial de agraciado d e D ios es la p receden te, /w v a le n te , prep ersonal, an ­ tecedente a toda decisión libre del hom bre. Sólo se perderá cuando el mismo hom b re lib re y personalm ente rehúse la gracia d e D ios en la que se encon­ trab a acogido. 6 ) H ay indicios en con trario , pero, en el fondo, parece que Baumann sigue p rision ero d e un concepto estrecho, hamartiocéntrico de la redención y de la gracia. N o llegó, en form a decidida al m enos, al concepto cristocén- trico-caritológico del que antes hemos hecho mención. 3. A. Vanneste-, Remodelación de la enseñanza sobre el pecado original des­ de el retorno a las fuentes Ya en 1961, A. Vanneste h ab ía captado lo que co n stitu iría la idea cen­ tral de sus varios y, sin dud a, m erito rios trabajo s, sobre el pecado original 10. Tanto Pablo como Agustín p arte n del hecho de que todos los hom bres son salvados po r C risto. E v id en tem en te, si todos son salvados es que todos son pecadores (Rm 3, 23). E n Rm 5, 12-21, nad a nuevo se añade. A gustín, insiste p ertin azm en te en la m isma idea: C risto vino a salvar a todos, luego todos son pecadores. P en sar en algún hom b re que no tenga pecado es «va­ ciar la C ruz de C risto» , d ejar estéril la « v irtu s redem ption is» [5 1 9 ss.]. E n su ob ra mayor sobre el tem a del pecado original, V anneste pone significativam ente po r títu lo d el capítulo cen tral: Sentido del dogma del pecado original. Reflexión crítica a partir de la teología de San Agustín “ . 10. Saint Paul et la doctrine augustinienne du péché originel (Studiorum paulino- rum Congres. Intern. Cath. 1961), I'I, 513-22. 11 . Le dogma du péché originel, 49. Ver 49-157. Es la última obra del autor, por nosotros conocida. Sus trabajos anteriores los menciona él al final del libro. Nosotros los citamos en la Bibliografía general, al final de nuestro estudio.

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