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66 ALEJANDRO DE V ILLALM ON TE 2. El castigo. Consum ado el pecado, p o r envidia del diablo, la L iturgia expresa en varias fórmulas y matices el castigo qu e D ios impuso al hom bre pecador. E n p rim er térm ino la expulsión del paraíso, que implica la caída de u n estado sup erio r a uno in ferio r [ 8 5 ] . Reforzando esta idea en con tra­ mos la afirmación de que el paraíso quedó irrem isib lem en te perdido y del todo cerrado p ara el hom bre, hasta que sea ab ierta la p u erta p o r C risto re­ d en to r. E l m otivo del « reto rn o al paraíso» se en cu en tra tam b ién en la L i­ tu rgia. R eto rno que se realiza p o r el b au tism o , la vida esp iritu al, la m uerte. La expulsión del paraíso lleva consigo la idea de p érdida de la dignidad original que el género hum ano poseía en su prim er p ad re [8 1 -9 9 ], E l más du ro y tem ible de los castigos infligidos al hom bre pecador es, sin duda, la muerte. Así lo reconoce la L iturgia en num erosos textos. P ero téngase en cuen ta qu e la L iturgia en tiende la m u erte en sen tido comple- xivo, pleno: m uerte física — esp iritu al— escatológica. Además, parece que la L itu rgia atribuye la m u erte a solo el pecado de A dán, sin hacer in te r­ v en ir el pecado personal [1 5 5 . V er 111-56]. 3. Bajo la tiranía de satanás. E l tema del dom inio del diablo en el m un­ do es tem a básico en la E scritu ra. N o en vano se le llama «el p ríncipe de este m undo». E ste tema tan am pliam ente bíblico es m an ten ido, intensificado y enriquecido en la patrística. R ecuérdese la teoría de los derechos del d ia­ b lo, p resen te en tan tas reflexiones de los padres sobre la obra red en to ra de C risto. N ada so rp rend en te qu e el tem a del dominio de satanás sobre el hombre se en cuen tre en la L iturgia bajo m últiples variaciones y en num erosos textos. E l dom inio de satanás es consecuencia del pecado original. La esclavitud del diablo, a la que el hom b re está som etido, es una de las expresiones de la creencia en el pecado original. Con ella se expresa la v ertien te objetiva del m ismo. La práctica de b au tizar a los niños es una expresión del dom inio de satanás sobre ellos, con lo qu e se atestigua, en form a d irecta, la con­ vicción de que están en pecado original. P ero advierte Lukken que este dom inio del diablo no habría que verlo exclusivam ente desde el p u n to de v ista de cada person a individual. H ay que ten er a la vista la más amplia perspectiva bíblica: el dom inio de satán sobre toda la hum an id ad no redi­ m ida [ 2 6 5 ]. 4. Afirmaciones más salientes sobre el pecado original. H asta el m om en­ to se ha hablado , con preferencia, sobre el pecado originante y sus conse­ cuencias, por u sar el lenguaje de la teología tradicional. E n este ap artado se habla en form a más cercana y ceñida sobre el «pecado original originado», e. d., sobre la figura del pecado original en su sen tido form al y específico. Tenem os, en p rim er térm ino , la expresión de qu e el «género hum ano» , la «sustancia hum ana», el hom b re, pecó en Adán [2 7 7 s .]. E ste pecado se

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