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40 ALEJANDRO DE VILLALM ON TE 5) Según Pablo todo hombre, a partir de Adán, «entra en el mundo y en el tiempo como en una corriente. Antes de cualquier decisión y acto per­ sonal está ya vendido al pecado y a la muerte. Como no hay salvación y justificación por descendencia o herencia, sino sólo por libre decisión desde la fe, así, similarmente, no hay perdición ni se comparte el empecatamiento de la humanidad sino por decisión propia; la cual es, esencialmente «parti­ cipación» en la causalidad de Adán. La unión de Cristo con el creyente — en el proceso de la justificación— es de tipo «moral-intencional». En la misma dirección hay que poner la ligazón en la vertiente de la perdición, si se quiere captar bien el hecho del empecatamiento antecedente» [279]. 6 ) «Dentro de la general situación de muerte (que los contemporáneos consideraban como castigo) es comprensible el general empecatamiento. Es bíblica la unidad inseparable entre empecatamiento y responsabilidad per­ sonal. «Esta forma dialéctica-paradójica de expresarse indica que Pablo toma en serio la creaturidad e historicidad del hombre. Sólo así es posible superar la contradicción [279]. 7) Desde la perspectiva de gracia-salvación hay que enfocar la predica­ ción y catequesis que haya de hacerse sobre el pecado y empecatamiento de la humanidad. No partir desde Gén 3 para ver crecer la historia de per­ dición hasta llegar a Cristo. El kerigma cristiano es, ante todo, una Enhora­ buena de Salvación (-Euanguelion). Sólo desde aquí se ha de contemplar y enjuiciar la realidad del pecado [279 s.]. 8 ) «Sobre la relación del acto de Adán y su fatal influencia en el acto pecador de cada hombre (Lyonnet: participation), Pablo no habla directa­ mente». No le interesa la historia de Adán sino la salvación que trae Cris­ to [280], ]. Salguero se atiene a una interpretación más tradicional en referencia a Rm 5, 12-21 y a la presencia allí del « pecado original» 29. Pablo supone ya conocida la doctrina del pecado original : por Adán entró el pecado en el mundo. Pero el pecado (he hamartía, con artículo) que entró en el mundo, no es propiamente el pecado del mismo Adán ni la mera concupis­ cencia de la carne, sino una especie de potencia maléfica personificada, que entra . en el mundo, separa de Dios y produce la muerte, incluso espiritual [132]. «Para Pablo elpecado de Adán ha producido en la humanidad no sólo un castigo, o sea, la muerte, sino un verdadero estado de pecado» [132]. Salguero hace suyas unas palabras de A. Nygren: «Toda exégesis que lleva a excluir la causalidad uni­ 29. Pecado original y poligenismo, 115-57. Se estudian todos los textos del NT. que tengan siquiera sea probable relación con el tema del «pecado original».

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