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5 2 8 BERNARDINO DE ARMELLADA que a p o s ta r más por la grandeza del hombre redimido que por su debilidad carnal. Mi impresión personal de la hermosa intervención de S. Charalambidis es que la Ortodoxia promociona el ideal cristiano, y tolera las limitaciones humanas sin preocuparse demasiado de que quepa todo por el marco rígido de una ley evangélicamente justificada. Pero, ¿puede la Iglesia quedarse en la facilidad de las teorías para no correr el riesgo de los compromisos úl­ timos? 7. S itu a c io n e s c o n flic tiv a s La R e fl e x i ó n ju ríd ica s o b r e la p a s to ra l d e las u n io n e s ir r eg u la re s de J. M. D íaz M oreno , tocó un asunto de interés palpitante: vidas rotas por un pecado del que los responsables están arrepentidos, pero en situaciones per­ sonales o sociales que hacen prácticamente imposible la marcha atrás, incluso al buscar sinceramente reencontrar el camino hacia Dios. El primer deber pastoral de la Iglesia es ayudarles a mantener su fe aunque no se les pueda admitir a los sacramentos. De hecho, frente a la intransigencia hasta ahora vigente, se perfilan tendencias que tal vez abran el camino al nuevo derecho. Si esos cristianos tratan de vivir su fe lo mejor posible, se les admite a la penitencia y eucaristía, sin formar juicio definitivo sobre su matrimonio (ten­ dencia alemana), teniendo en cuenta que los signos externos nunca reflejan totalmente el interior de un hombre (tendencia francesa), o más expeditiva­ mente, se facilita la declaración de nulidad (tendencia italiana). Las sugerencias del ponente se pueden resumir así: Los católicos casados sólo civilmente y que siguen cultivando su fe, si piden los sacramentos, deben ser invitados a responder consecuentemente a las exigencias de su bautismo y aceptar el sacramento de matrimonio. Si se trata de fracasados en un pri­ mer matrimonio y viven en concubinato o nuevo matrimonio civil, habrá que analizar el reflejo que en su conciencia haya tenido la actuación de los tribunales eclesiásticos y dar un voto de confianza a la conciencia personal, permitiendo hasta cierto grado la participación en la vida de la Iglesia. José Ramón del S ol F ernández , catedrático de Obstetricia y Gineco­ logía de la Universidad Complutense, habló de la P la n ific a c ió n fam ilia r d e s ­ d e e l p u n t o d e v ista d e l m é d ic o c a tó lic o . Señaló la diferencia entre planifica­ ción familiar y control de natalidad, según se tenga como objetivo respecti­ vamente la familia o la sociedad. El fenómeno de la «explosión demográfica» es un hecho indiscutible, que afecta más a los países en desarrollo, ya que los industrializados han conseguido una cierta estabilización. El problema de la planificación familiar está muy unido al concepto de paternidad responsable, en el que entran como medios posibles los anticon­ ceptivos. El ponente se mostró totalmente opuesto a los métodos irrever­ sibles (esterilización en todas sus formas). De los demás, trató los procedí-

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