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516 ENRIQUE RIVERA consigan convertir un Zaqueo, habrán empezado a hacer una buena aporta­ ción a la causa de la justicia. El díá en que ustedes irriten a Zaqueo, no lo convertirán. Y toda esta gritería sobre las injusticias en el mundo se diri­ ge a sistemas y estructuras que no tienen orejas y lo que consiguen es irritar a las personas; resultado: ineficacia» (p. 186). Pensamos que el buen sentido de gobierno habla por las palabras de este General de la Orden. Ojalá que estas sus lecciones de vida lleven orien­ tación, calma y trabajo en concordia, al número ingente de comunidades franciscanas que quieren vivir intensamente su íranciscanismo y su servicio a la Iglesia y a la sociedad. * * * Libros de pensamiento y vida, que hablan al franciscano de hoy, hemos querido traer a las frías páginas de esta revista. Si la letra pudiera matar, el espíritu que anima en las mismas ha de vivificar a muchas almas que sienten y quieren vivir con hondura y plenitud el misterio franciscano. E nrique R ivera

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