PS_NyG_1977v024n003p0497_0516

5 1 0 ENRIQUE RIVERA 7. El I n s t it u t o H i s tó r ic o C a p u ch in o de Roma ha publicado, bajo la di­ rección de M ariano de A latri , /as A c ta s del segundo convenio de Estudios Franciscanos, tenido en Roma, 12-13 de septiembre de 1976. En el conve­ nio se estudió la historia de la T e r c e r a O r d e n F ra n cisca n a , como lo señala el título de la colección: I fra tr i p e n ite n ti d i san F r a n c e s c o n ella s o c ie tà d e l d u e e t r e c e n t o La colección nos parece una de las aportaciones más serias a la historia de la Orden Tercera. En cinco puntos creemos que se pueden sintetizar las observaciones que su atenta lectura han motivado. 1 ) Los estudios aquí presentados dejan sobradamente entrever que 1ú historia de la Orden Tercera es más un deseo que una ejecución. Tan sóle hay un aspecto en el que ya aparece como posible una inmediata síntesis: lo referente a la evolución de la legislación de la misma. En esta colección se nos ofrecen tres estudios sobre este tema. Uno versa sobre la que pudié­ ramos llamar su prehistoria de C. C arpaneto , L o s ta to d e i p e n ite n ti n el « C o r p u s J u ris C a n o n ic i ». Los otros dos estudian los documentos pontificios y la legislación sobre los terciarios en los siglos xin-xiv. Aportación de G. O doardi y de A. G. M atanic . 2) Dejan entrever estos estudios el camino que hay que seguir para poder lograr la gran historia de la Orden Tercera, por todos deseada: la exhumación, todavía muy incipiente, de multitud de archivos; la colección de infinidad de datos esparcidos en las Crónicas locales sobre la actividad de la Orden Tercera, cuyo influjo en el campo de la beneficencia, especial­ mente en hospitales, se entrevé como muy extraordinario; el estudio porme­ norizado de las diversas hermandades, etc... Como observa Isidoro de Vi- llapadierna, la historia de la Orden Tercera ha tenido hasta ahora un s e n tid o triu n fa lista , por la preocupación de cronistas y de hagiógrafos en poner de relieve las figuras históricas de primera categoría: reyes, príncipes, grandes literatos, artistas, etc... Varios de los estudios aquí recogidos sobre la Orden Tercera en algunas ciudades como Florencia, Ferrara, Bolonia, Foligno, Pe- rusa, Mediodía de Italia, Alemania Superior, etc... abren campos a la inves­ tigación y ofrecen ya parcelas de cosecha madura. 3) Los orígenes de la Orden Tercera son muy aclarados en el estudio de K. E sser , U n d o c u m e n to d e ll’in iz io d e l D u e c e n t o s u i P e n ite n ti. Si el autorizado biógrafo de san Francisco, Cuthbert de Brighton, pensó que la primera Regla de la Orden Tercera podría ser la E p is to la a d F id e le s de san Francisco, K. Esser demuestra que el texto de Volterra, que él trascribe, viene a ser un anticipo de la E p is to la ad F id e le s . Con ello se da una valiosa aportación al estudio de los escritos de san Francisco y al conocimiento de los orígenes de la Orden Tercera. - La vida diaria de los terciarios queda par­ 7. I Fratri penitenti di San Francesco nella società del due e trecento, a cura di Mariano d’Alatri, Roma, Istituto Storico dei Cappuccini 1977, 16,7 X 24, 395 pp.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz