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4 6 4 ALEJANDRO DE VILLALMONTE esta dirección van Hulsbosch y otros inspirados por Teilhard. Nota Baumann que no tiene simpatías entre los teólogos protestantes. El modelo sociológico estaría representado por P. Schoonenberg, P. Lens- gfeld, S. Trooster: la «sociedad» sería la causante de pecado original. Todos los anteriores tienen un común denominador: buscan al origen del pecado original en algo empírico, histórico, acto{- actos) libre del hombre. El modelo transempírico es exclusivo de los teólogos protestantes mo­ dernos. Buscan la causa del pecado original en condición misma existencia! del hombre, en su decisión personal, pero ultraconsciente, preconsciente. inaccesible a la experiencia humana; nominal y literalmente radical, pues arranca del centro último de la persona, de su raíz óntica. En una perspectiva confesional Baumann presenta la teología católica como más propensa a una consideración moralista, empírica e histórica del pecado en general y del original en particular. Los protestantes tienden a una consideración ultra-ética, existencial, enraizando el pecado en el centro mismo trascendente del espíritu humano. Parece que Baumann propende a una solución según el modelo protestante, según tendremos ocas'ón de ver. B. Mondin propone hasta seis direcciones distintas en la explicación del «misterio» del pecado original: — Dirección bistórico-ontológica: que podría ser la tradicional tomista representada en el siglo x x por hombres como Billot, Mersch, Labourdette. La denominación de histórico le viene por la importancia que concede al relato del Génesis sobre el origen del pecado. Lo de óntico por el hecho de que lo considera como peccatum naturae. — Dirección existencial-, insiste en descubrir el sentido que tal verdad tiene para la vida personal del sujeto. Representantes destacados serían R. Bultmann, K . Barth, E . Brunner, B. Häring. — Dirección metafísica : concibe el pecado original como alienación exis­ tencial del hombre. Representada por P. T illich. — Dirección evolutiva. Representada por Teilhard y Schmitz-Moormann. — Dirección sociológica. Representada por Schoonenberg-Rondet-Weger; los propugnadores del «pecado del mundo». — Dirección evolucionista-personalista, propuesta por Flick-A lszeghy7n. Las anteriores tipificaciones, así como la que nosotros ligeramente insi­ nuamos han de entenderse como indicativas, relativamente valiosas mientras se evite toda exclusividad. En efecto, hay varios rasgos que se encuentran en varios autores: perspectiva evolucionista, dimensión personalista, tenden- 70. B. M ondin, Antropología Teologica. Sloría. Problemí. Prospettive, Ed. Paoline, 1977, 180-218.

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