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462 ALEJANDRO DE VILLALMONTE 9. Un ensayo de tipificación de las nuevas teorías E l intento de tipificación de las diversas teorías estudiadas parece inevi­ table y esperado por el lector. Pero resulta difícil de hacer. Las diversas teorías e hipótesis no ofrecen una separación neta. Ya que el problema y los elementos disponibles para la solución son los mismos para todos, nada ex­ traño que cada autor ofrezca su hipótesis bajo el influjo similar de diversos factores, a la vez que intenta expresamente una síntesis : nadie quiere, como es obvio, prescindir de nada de lo que en la actualidad se presenta como valioso. Los subtítulos con que, a lo largo de las páginas anteriores, hemos ido exponiendo las diversas opiniones, serían ya un tímido inicio de tipificación. Por lo demás ésta ha sido propuesta durante esta década, en varias ocasiones y desde diversas perspectivas. L. Scheffczyk contempla el actual movimiento de la teología del pecado original como una oscilación entre naturalismo y existencialismo 67. El naturalismo extremo viene representado en la historia de la teología por las tendencias gnósticas y maniqueas, en las cuales el pecado parece iden­ tificado con la condición misma creatural del hombre, con su naturaleza. La ortodoxia protestante atenuó la afirmación, pero siempre ha venido hablando de una corrupción natural -existencial del hombre en orden al bien, como efecto de la caída originaria. La moderna teología protestante huye de este naturalismo, incompatible con la afirmación bíblica de la bondad del hom­ bre al ser creado por Dios. Y busca una explicación personalista-actualista en el acto responsable de cada hombre. Pero, esa decisión la contempla a un nivel meta-empírico, óntico, existencial. Con lo cual podría preguntarse si realmente supera el antiguo e inaceptable naturalismo, especialmente en hombres como P. Tillich y K. Barth. La teología católica tradicional man­ tendría en este punto un razonable equilibrio entre el naturalismo y el per­ sonalismo. Ya que el pecado original entra en la historia por la decisión personal del hombre, Adán, y toma cuerpo sólo cuando es completado por el pecado personal de cada uno. Pero es «pecado de naturaleza » porque esta toda peca en Adán; y se trasmite por generación natural. M . Flick - Z. Alszeghy proponen tres tipos básicos: acentuación «condi- cionalista», acentuación «actualista» y vía media. Ya se percibe que tal cla­ sificación no tiene intención excluyeme. Se trata de « acentuaciones », es de­ cir, de autores que ponen el acento en este o el otro aspecto del problema sin que, por principio, nieguen los demás 68. 67. L. S ch e ffcz y k , Díe Erbscbuld zwischen Naluralismus und Existenlialismus (Ztir Frage nach der Anpassung des Erbsündendogmas an das moderne Denken), 17-57. 68. M . F lick - Z . A lsz e g h y , El hombre bajo el signo del pecado, 211-29, 229-42, 242-56.

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