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EL PECADO ORIGINAL. 443 Como problemas teológicos sujetos a discusión quedan otros aspectos del pecado originante y la cuestión de la hominización, el problema del polige- nismo y cómo afecta aquel primer pecado a la condición humana. — Dado que el hombre es esencialmente libertad, la hominización ha de coincidir con la aparición de la libertad. Por eso, también la prueba ori ginaria y el pecado que a consecuencia de ella entró en el mundo, coincidió con el despertar mismo de la libertad humana [Rpo 78-9]. Se trata de una idea característica y muy querida por Gr: el momento en que, dentro de un proceso evolutivo, el primer antropoide llega al uso de la liber tad, se encuentra en posesión del poder de elegir entre el bien y el mal. Con su primer acto humano elige, de hecho, el mal y con esta su elección (pecaminosa) decide la marcha ulterior de la humanidad. D e esta forma, aunque la caída na rrada en Gén 2-3 no se diga histórica en el sentido usual del término (no es demostrable com o sucedida, en su individualidad, dentro de un tiempo y espacio concreto) sin embargo, ha de decirse histórica en sentido más hondo: en cuanto que es un acto realmente perpetrado-cometido por el hombre; acto con el cual creó la historia, la dio com ienzo y la determ inó en este sentido específico que conocemos. Gr reconoce que Adán-Eva no tienen una historicidad comparable a la de David-Betsabé. Son representantes convencionales del género humano, sus evónimos. Representación que se les da para inculcar una idea teológica im portante: la unidad y solidaridad el género humano. Y «no sólo una unidad de naturaleza entendida de forma abstracta; sino unidad concreta de origen, vocación y destino dentro del plan divino de salvación» [Rpo 92] . Aunque esta unidad dependa más de factores sobrenaturales, también es indispensa ble darle una base biológica, natural. Para salvar esta unidad y para explicar la aparición del primer pecado Gr encuentra más facilidades en el monogenismo. Pero Gr tiene interés en dejar claro que también en perspectiva poligenista puede explicarse el pecado ori ginante, sin dificultad insuperable: :1a experiencia humanizante pudo reali zarse en una primera pareja (monogenismo), pero también en varias; ya sea en forma sucesiva, ya sea en forma simultánea. Desde luego los textos de Gén 2-3 y de Rm 5, no presentan dificultad mayor. Ya se sabe el papel convencional de Adán en ambos casos. Respecto al tema teológico del estado de «justicia originaria», Gr no ve dificultad en seguir la tradición expresada en Trento. N i siquiera sería acep table la atenuación propuesta por Flick-Alzeghy, al hablar de una posesión virtual de la gracia. Dios realmente previno al hombre primero con su gra cia; pero él, en vez de aceptar la llamada de Dios se rebeló y determinó pecadoramente la historia humana [Rpo 1 11 ] , Con todo, Gr recorta fuerte mente los otros dones paradisíacos, como la ciencia y la integridad de Adán. La inmortalidad corporal no hay que entenderla en sentido literal. E l «pri
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