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EL PECADO ORIGINAL. 437 La valoración que F-A hacen de los intentos actuales de reformulación de la enseñanza sobre el pecado original no nos van a ocupar ahora. Hemos mencionado en su propio lugar la exégesis de F-A en torno a los textos del Tridentino. Despojados estos textos de todos los elementos caducos o sim­ plemente no seguros quedaría como contenido sustantivo de ellos: — «La justificación, incluso en aquellos que no han cometido ningún pecado personal, tiene la índole de un perdón: en efecto, va precedida de un estado de corrupción que no sólo metafóricamente puede llamarse "pe­ cado” ...» . — «La condición en que son concebidos todos los hombres no corres­ ponde al plan de Dios, sino que ha sido causada por el propio hombre que desde el comienzo de la historia abusó de su libertad» [ 198 ] . Ensayo de nueva formulación. A l exponer el pensamiento de F-A esta­ mos forzados a ser muy breves; pero nos gustaría decir lo suficiente para que puedan ser captadas las peculiaridades del mismo. Parece obvio a todos que la doctrina clásica sobre el pecado original ya no puede ser propuesta en las categorías mentales tradicionales. En su em­ peño por renovar la doctrina F-A parten de una que llaman «intuición» fundamental: el paso del estado de pecado al de gracia implica una tras­ mutación de la voluntad. Aplicando esta intuición al tema del pecado ori­ ginal llegaron a concebir a éste como la «debilidad radica! para decidirse radicalmente por Dios al llegar el uso de la razón; para realizar lo que en terminología nueva llaman «opción fundamental» por Dios. Y como los mismos párvulos, hasta que no les llegue la gracia de Cristo, se encuentran en semejante imposibilidad radical, por ello su estado podrá decirse real­ mente «pecaminoso» r 256] . Mientras tanto su modo de ver el pecado ori­ ginal había sufrido un cambio radical: ya no lo ven incompatible con el poligenismo, dan nueva interpretación a la teoría del «estado de justicia original» y al pecado primero y sus consecuencias, es decir., a toda la teo­ logía de Adán. E l paso decisivo ha sido dado cuando llegan a definir el pe­ cado original como «la alienación dialogal con Dios, esto es, la incapacidad de amar a Dios sobre todas las cosas, dependiente de un primer pecado cometido al comienzo de la historia y solidario con los demás pecados del mundo» [ 2 6 3 ] 43. A l llegar a este punto creen oportundo reelaborar todas las publicaciones anteriores. El punto de partida para todo estudio correcto del tema del pecado ori­ ginal ha de ser el encuadrarlo dentro del contexto más amplio de la analogía de la fe, del contexto todo entero del Mensaje de salvación. 43. Antropología teológica, nr. 469. Merecen leerse los dos capítulos dedicados al tema, pues ayudan a comprender en todos sus matices el pensamiento de los AA . Una amplia bibliografía ofrece la base documental de la teoría propuesta, 249-316.

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