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EL COLOQUIO PRIVADO DE PABLO. 311 En el mismo versículo hay otra frase que ha entrañado desde antiguo una dificultad clásica: ¡r/¡ xiuç sic xsvôv tps/.u y ¡ e8pa|xov. El problema que plantean estas palabras es si en ellas se insinua la idea de que Pablo dudase realmente o abrigase por lo menos serios temores acerca de la genuinidad del evangelio que predicaba. Pero en lo que sí parece haber unanimidad absoluta entre los intérpretes de todas las épocas y tendencias es el rela­ cionar la oración ¡xr¡ itox ;... sópajtov con la exposición misma del evangelio hecha por Pablo ante los notables de Jerusalén. El apóstol les habría dado a conocer el contenido de su predicación «para evitar el seguir corriendo o haber corrido en vano», cualquiera que sea, en definitiva, el sentido que tengan esas palabras6. En ninguno de los comentarios a Gal que he consul­ tado he hallado la menor discrepancia en este punto. Una nueva hipótesis Pero es aquí precisamente donde quisiera proponer una hipótesis, que tal vez dé razón cumplida del texto y resuelva la dificultad clásica antes mencionada a propósito de la frase conclusiva del v. 2. Mi postura puede resumirse de esta manera: la oración con que termina el v. 2 debe referirse no unitariamente a áveOé¡iy¡v cttkotç... tote Soxouaiv, sino sólo al inciso que inmediatamente la precede: xat'iSíav ôs t o Î ç S&xoüatv; de tal manera que lo que hizo Pablo para evitar que «corriera o hubiera corrido en vano» fue precisamente exponer su evangelio en privado 7 a los solos notables, libre limosnas a la Iglesia Madre (cf. Act 11, 30; 12 , 25). Así dice R. A. C o le , The Epistle of Paul to the Galatians, London 1965, 62, a propósito de la indicación paulina de ha­ ber subido «impulsado por una revelación» (xctxà cbroxaXütjjiv): «The New Testament never says that 'direct’ guidance is more spiritual than 'indirect’ ; and Paul makes no such claim for it here. It is however true that the circumstances of the famine visit (Act 1 1 , 27-30) would seem to fit wording better than the strife that preceded the Council of Jerusalem in Acts 15, 1-2...». Esta última observación me parece justa. A propósito de la expresión ávs 6 á[ir¡v aù-oEç añade que Pablo «may simply have seized the opportu­ nity afforded by the famine visit to satisfy his own mind on this matter, the language perhaps inclining rather to this interpretation» (Ib.). El problema de la correspondencia entre Gal 2 y Act 15 lo ha estudiado, recogiendo y clasificando las opiniones de dis­ tintos exegetas, J. D upont, Études sur les Actes des Apotres, Paris 1967, 56-75. Cf. igualmente el artículo de P. B en oit, La deuxième visite de saint Paul à Jérusalem, en Bib. 40 (1959) 778-792, el cual opina que no sólo Act 15, sino también Act 11, 30; 12, 25 pertenecen al mismo viaje de Gal 2, 1 ss., es decir, el segundo que hizo Pablo a Jerusalén después de su conversión. 6 . Las respuestas que se han dado a este problema son fundamentalmente tres: 1.a) Pablo expresaría el temor, más o menos fundado, de haberse equivocado en la pro­ clamación de! evangelio; 2 .a) Pablo no duda de la autenticidad de su apostolado, pero hace la pregunta indirecta a «los notables» para provocar la respuesta negativa; 3.a) el apóstol habla en sentido final («para que no...»); pero en este caso no se trataría de que dudase de la verdad de su evangelio, sino más bien de una concesión táctica hecha a sus adversarios judaizantes (para que se convencieran de que «no corría ni había co­ rrido inútilmente»). Cf. J. M. G o n z á le z R uiz, Carta a los Gálatas, Madrid 1964, 87 s. 7. De los 17 casos de xax'ÍSiav en el NT sólo pertenece a Pablo el de nuestra carta.

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