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298 SATURNINO ARA sin embargo, ¿por qué tanto cuestionarse la cura parroquial y la identidad religiosa? Los religiosos con cura parroquial pueden aportar a esos dos fac­ tores, ministerio y remuneración, las peculiaridades propias de su vivencia. Porque, no se pensará que la vida religiosa ha perdido su vigor como grupo carismàtico... 4. La socialización de los recursos económicos del clero y parroquias La parroquia que aparece desde sus orígenes como una realidad social de índole particular está, sin embargo, estrechamente ligada a la estructura que le rodea. La trasformación de las estructuras de la sociedad urbana que vivimos y que tan profundamente afecta a los modos de pertenencia de in­ dividuo y su incorporación al grupo, justifica esa evolución de la parroquia hacia la unidad pastoral, sin abandono de la masa, tradicionalmente cató­ lica. La masa católica mantiene su fe, reunida en torno a un templo y un párroco personal. La unidad pastoral busca al individuo allá donde se en­ cuentra y lo incorpora a la comunidad eclesial que tiene su tejido de tem­ plos y agrupaciones que hacen al fiel sentirse miembro de la misma, sin ne­ cesidad de la materialidad de la asistencia a un templo determinado o cen­ tro parroquial tradicional. Nuestra sociedad actual ha sufrido también una trasformación fundamen­ tal en sus conceptos económicos. Los nuevos conceptos económicos inciden profunda y necesariamente en los valores permanentes e irrenunciables de la persona y comunidad humana. La estructura parroquial ha tenido que acusar el impacto de esa trasformación. Ciertamente lo ha acusado y ha reaccionado en algunos lugares de forma muy viva y ejemplar. Ha sociali­ zado los recursos económicos del clero y parroquias50. El problema de la socialización de los recursos económicos del clero y de las parroquias tiene interés y repercusión particular en los Institutos religiosos con cura parro­ quial. Afecta de forma muy directa a la economía de las casas religiosas. Está exigiendo una respuesta conforme con el modo de ser religioso. 50. Razones de brevedad de espacio nos impiden señalar aquellas diócesis, aunque sólo fuera las españolas, que más se ban caracterizado por este empeño de socialización de los recursos económicos del clero y parroquias. Nos limitamos a citar algún escrito que trate de forma amplia y con visión de futuro estos problemas: Pastoral y finanzas, por un equipo de sacerdotes de la diócesis de Nantes, Barcelona 1965; Parroquia urba­ na, presente y futuro, Madrid 1975, 239 ss.; Z. C oncemius , Por un fondo de solidaridad de los sacerdotes europeos, en Concilium, abril 1977, 130-132; Asamblea Conjunta Obis­ pos-sacerdotes, Madrid 1971, 417 ss. Nos extraña que las citadas Lineas fundamentales de acción pastoral tan sólo dediquen unos pocos renglones a la organización de los bie­ nes económicos, sin aludir, de forma particular, a la socialización de recursos.

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