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248 ALEJANDRO DE VILLALMONTE indispensable para propagar el pecado original. Lo cual tiene su importancia en la actual discusión sobre la posibilidad o no del poligenismo antropoló­ gico. Podría, en efecto, decirse que todos son constituidos pecadores en Adán; pero las primeras parejas contemporáneas (en caso de poligenismo) no siendo descendientes de Adán, podrían constituirse pecadoras por la desobe­ diencia del primer hombre, no por imitación, pero tampoco por generación. Si bien ya los hombres sucesivos se me 7 .clarían unos con otros por genera­ ción. Se podría por tanto dudar, según Rahner, si el concilio de Trento de­ fine que el pecado original se trasmite «por generación». Aunque Rahner, por otros motivos, sigue afirmando el monogenismo antropológico, según ya explicamos 53. Por consiguiente, afirma Gibellini «pertenece a la fe — sin ulteriores de­ terminaciones— que el pecado original se trasmite desde Adán por genera­ ción-, en cuanto generación significa algo más que " no-por-imitación" 54. Esta misma conclusión se confirmaría por textos paralelos del Tridentino en el decreto de la justificación 5\ Por otra parte, el Magisterio de la Iglesia man­ tiene esta misma dirección hasta culminar en la «Humani Generis». Esta en­ cíclica confirmaría la enseñanza del Tridentino en el sentido de que la gene­ ración no es sólo «condición para que exista simplemente un hombre, sino también para que exista un hijo de Adán » 56. La encíclica excluiría, con bas­ tante claridad, la hipótesis de un pecado colectivo cometido al principio de la historia. Si «Adán» tuviese un significado colectivo la fórmula «por gene­ ración» carecería de sentido específico; pues no sería condición para que exista un hijo de Adán, sino sólo para que exista un hombre. El fundamento de la trasmisión del pecado original no es sólo la igualdad de naturaleza con Adán, sino la conexión física con él. Al menos esto sería lo más acorde con la enseñanza del Magisterio57. Concluyendo ya toda la cuestión sobre la enseñanza del Magisterio acer­ ca de la relación del pecado original con la generación, Gibellini resume: «Es de fe que el pecado original se trasmite a todos no por imitación, sino (además) por generación». Ulteriores determinaciones no interesan. Quedan como tema de discusión teológica. Por eso «se satisface a cuanto proponen 53. G abellim i , l. c., 415-8. 54. L. c., 418-9.E1 A. no acepta laopinion de Rahner. 55. R. G ìb e llin ' La generazione... neldecreto tridentino "de iustificatione” e do­ cumenti recenti, 18. Ver 3-18. 56. L. c„ 28. 57. L. c., 29.

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