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E L PECADO ORIGINAL. 247 de importancia perdió la teoría en la edad media, cuando aparece la forma anselmiana y luego escotista de explicar el pecado original. De todas formas se vio la importancia de esta teoría cuando las disputas sobre la concepción inmaculada de María. Una de las razones fuertes en contra del privilegio de la Virgen era ésta: María vino al mundo por generación natural normal, por tanto, fue concebida en pecado original. Cristo, en cambio, al ser engen­ drado virginalmente, no podría contraer el original. Duns Escoto sacó del atolladero la discusión cuando afirmó que la generación no es causa de la contracción, sino mera «condición» para entrar a formar parte de la familia humana que, por otros motivos, se encuentra en pecado. Por los años cincuenta la cuestión hubo de ser discutida con renovado interés, con motivo de admitir o no el poligenismo en cuanto al origen del hombre. La fórmula del Tridentino «propagatione non imitatione transfu- sum», referida al pecado original, necesitaba ser estudiada de nuevo en vista de las dificultades que al respecto ofrecía el evolucionismo científico. Completando ideas ya expuestas antes vamos a referirnos al estudio mo­ nográfico que sobre el tema hizo R. Gibellini. A modo de conclusión de su estudio sobre la generación como medio de propagación del pecado original en el concilio de Trento establece estas afirmaciones: 1) El pecado de Adán no se trasmite por imitación (non imitatione dif- fusum), que es la contradictoria de lo afirmado por Pelagio; 2 ) el pecado de Adán se trasmite a todos por propagación (propagatione diffusum) es decir, por generación ; según la terminología usada por Trento; 3) el pecado de Adán se trasmite a todos por la generación en cuanto por ella el hombre recibe la naturaleza de Adán pecador; es decir, no me­ ramente en cuanto recibe la naturaleza humana, sino en cuanto la recibe de Adán, en cuanto es hijo de Adán; pues el concilio habla en el presupuesto de que todos los hombres descienden de una sola pareja pecadora, es decir, en presupuesto monogenista12. Al determinar más en concreto no ya lo que «enseña», sino Jo que «de­ fine», todos están de acuerdo en que está definido que el pecado original «no se trasmite por imitación». Podría discutirse sobre el alcance de la fórmu­ la «por propagación= por generación»: ¿Añade algo a "no-por-imitación”? Esta frase quiere decir: el pecado original es una culpa que deriva de Adán y está en cada uno antecedentemente a cualquier decisión personal... Pero, si se dice «por generación», a lo dicho añadiría: «y, además, por vía de generación natural». Según K. Rahner este plus que la frase «por genera­ ción», añade a «no-por-imitación», no estaría definido; sería una aclaración teológica. Por tanto, no está definido que la generación sea medio único e 5 2 . R . G i b e l l i n i , La generazione... n e l Decreto Tridentino "de peccato originali”, 4 1 4 . V e r 3 8 9 -4 2 0 .

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