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E L PECADO ORIGINAL. 245 depende»42. En un plano representativo «individuo y grupo son idénticos: Adán representa, es decir, es la estirpe humana; y ésta está presente y obra ya, en cierto modo, en el comportamiento del primer hombre». Por eso, para Pablo Adán es toda la humanidad, no un individuo aislado43. No es un ar­ tificio literario, ni un representante simbólico, ni una figura mítica. «Cuando Dios trató con Adán tomó una postura en referencia a todo el género huma­ no, porque en la mentalidad antigua en sentido realísimo Adán es su des­ cendencia» 44. Pablo pudo inspirarse en el pensamiento judío, para el cual Adán era como la encarnación, representante, síntesis de la humanidad. Se sitúa la trasgresión al comienzo de la historia como hace el Génesis; pero «la tras- gresión originaria, primordial, no queda aislada, sin influencia en la historia subsiguiente; ni es la representación simbólica de verdades generales sin referencia a un suceso concreto; ni el inicio de una cadena de causas que uniera un átomo-Adán con los otros átomos (el género humano), se trata de una profunda unidad histórica que condensa el desarrollo del pecado hu­ mano en la malicia del primer pecador». Como interpreta correctamente Agustín «todos estabamos en aquel único, cuando todos éramos aquel uno»... El pecado de Gén 2-3 y de Rm 5, 12-21 «aparece como un pecado especí­ fico, el pecado de la especie humana, del hombre en sentido colectivo, de la humanidad tomada como unidad, como una totalidad corresponsable; la humanidad en un sentido esencial» 4\ Esta insistencia en lo comunitario hay que entenderla de modo que no anule la enseñanza de la Iglesia sobre el pecado original que es propio de cada uno y le afecta personalmente. El equilibrio se mantiene con el recurso a Adán como "personalidad corporativa”. Por ello, cuando peca Adán, peca toda la humanidad. Su pecado no es un hecho aislado de sus consecuencias, ni es una herencia nefasta solamente, sino que «es idénticamente, ontológica- mente el pecado de la humanidad entera. Lo que la humanidad hace después de este comienzo, estaba ya presente en la prevaricación, cronológicamente pasada, del primer pecador»46. «Si Adán puede obrar sobre la massa dam- nata se debe a su originaria unidad con ella. Porque él es una "persona cor­ porativa con toda la humanidad, dimana su pecado ipso fado a todos los hombres de todos los tiempos» 47. Cada nuevo miembro en que crece la hu­ manidad, es una extensión del primer padre pecador. «Cuando Adán pecó 42. L. c., 170. Ver 313 s. Ver Adamundseine Nachkommen, 83. 43. Adamo e lasuadiscendenza, 171. 44. L. c., 172. 45. L. c., 178. Ver177-79. Adam und seineNachkommen, 86 s. 46. L. c., 179. 47. L. c., 313. AdamundseineNachkommen, 85.

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