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232 ALEJANDRO DE VILLALMONTE los teólogos convienen en señalar esta misteriosidad e incomprensibilidad de la doctrina sobre el pecado original. Y, aunque ésta aparece bajo diversos puntos de vista, hay un consenso unánime en señalar que el momento más difícil sería éste de explicar la misteriosa solidaridad de todos en Adán: el de comprender en todo su alcance aquella fórmula de la Vulgata «in quo omnes peccaverunt» «en quien todos pecaron», según la interpretación agus- tiniana y tradicional en Occidente. También en la época que historiamos es­ te momento central del dogma del pecado original fue objeto de reiterados estudios. Damos una descripción de los diversos aspectos, reduciéndoles a estos tres: teología de los dos Adanes; la idea de la solidaridad de todos los hombres en Adán; la explicación propuesta bajo la idea bíblica de la «personalidad corporativa». 1 . —La teología de los dos Adanes. Esta es la fórmula más explícitamente bíblica de expresar la relación entre el primer padre del género humano y su descendencia. San Pablo utiliza la teología de Adán en momentos importantes de su enseñanza para contraponer la acción del primer hombre portadora de muer­ te a todos sus hijos, a la acción de Cristo portadora de vida para los com­ ponentes de la nueva humanidad2. En su hora comentaremos esta visión paulina del problema. Bástenos indicar, de momento, que esta forma de ex­ presión nunca fue abandonada en la historia de la teología cristiana. Como testigo importante de esta «teología de Adán» cabe mencionar a San Agustín. Toda la fe cristiana gira en torno a la acción de estos dos hombres, de los cuales uno nos dio la vida y el otro la muerte. Todo el género humano es, se sintetiza, de algún modo, en estos dos hombres: Adán y Cristo3. La fi­ gura de Adán todavía conserva mucho prestigio en la edad media, y no sólo en la teología especulativa que lo presenta como cabeza de la antigua eco­ nomía de salvación, sino también en la vida espiritual. San Buenaventura es un testigo prestigioso de la importancia que gozaba la teología de Adán en este período. Así lo hemos estudiado en otra parte4. En época más reciente los estudios sobre los dos Adanes tienen un en­ foque más bíblico5. En más estrecha relación con el tema del pecado origi­ nal merece citarse el estudio de G. Feuerer, reflexión teológica especulativa sobre la función de Adán y de Cristo a partir de la doctrina tradicional sobre 2. 1 Ti 2, 1 3 ; 1 Cor 15, 22; R m 5 , 14. 3. Agustín, C. Iul. op. imperjectum, II, 163; PL 45, 1210. Cfr. Epist. 187, 30; PL 33, 843. Serm. 22, 10; PL 38, 154. H . R o n d e t , Le Cbrist nouvel Adam dans lo tbéologie de saint Augustin. 4. A . d e V illa lm o n t e , La teología de Adán en sanBuenaventura, 253-301. 5. A . V i t t i , Christus-Adam ; X . a V a l l i s o l e t o , Christus-Adam-, A . V o g t l e , Die Adam-Christus-Typologie und "der MenschenSohn A . G e li n , La doctrine pauline du Nouvel Adán.

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