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E L PECADO ORIGINAL. 207 tesis de que los Griegos desconocieron la doctrina del pecado original frente al pelagianismo 30. La objeción se resuelve teniendo en cuenta que la exégesis griega no es excluyente; no se mueve en la alternativa o causalidad de Adán o causalidad de cada individuo humano adulto. No, la interpretación es inclu­ siva: Adán con su trasgresión y los pecados personales hacen a la humanidad entera y realmente pecadora, sujeta a la muerte31. De todas formas, al eliminar la traducción «in quo = en quien» de la Vulgata, la continencia del pecado original en este v. 12 queda, sin duda, debilitada. Pero, se puede seguir manteniendo en los vv. 13-14 y en los si­ guientes de toda la perícopa. Además, también quedaría claro que la alusión al pecado original en los niños no se encontraría en Pablo, ya que él habla siempre y especialmente aquí v. 12, del pecado de los adultos, que colaboran con Adán a establecer el reino del «Pecado» en la humanidad. Respecto a los vv. 13-14 también implicarían una referencia, por parte de Pablo, al hecho del pecado original. Porque en esa época también reina la muerte sobre una humanidad sumida en ruina espiritual por el pecado de Adán, por efecto de la cual todos mueren; incluso aunque no había impuesta pena de muerte a las faltas de los hombres32. Por estos mismos años L. Cerfeaux escribe: «Tenemos que dar razón a la Vulgata en su traducción «in quo omnes peccaverunt». Es claro que la tra­ ducción in quo no es exacta, pero en el contexto... la expresión tiene que te­ ner una relación del estado de pecado con su origen, Adán. No se puede tra­ ducir «porque». No se trata de si todos son pecadores o no, sino de que su pecado tiene origen en Adán. Por eso traduciríamos la expresión griega por «a causa de aquél por quien»... La traducción in quo tiene la ventaja incon­ trovertible de subrayar la relación entre el pecado de Adán y el de todos los hombres, que es precisamente el eje del pensamiento paulino» 33. F. Spadafora encuentra rechazable la exégesis de Lyonnet en todos sus pun­ tos: en referencia al sentido de «pecaron», de muerte, del ef’ó-e n quien; en su interpretación de los Padres Griegos; va contra la interpretación «auténtica» 30. Le péché originel en Rom. 5, 12 . L’exégese des pères grecs et les decrets du concile de Trente, 325-333. 31. L. c., espec. 338-52. Indica Lyonnet que la «corrupción-fzorá» en que, según los Padres griegos, cayó la humanidad por efecto del pecado de Adán, sería un antecedente del peccatum naturae de que hablan los escolásticos, nominalmente santo Tomás, que provocaría el peccatum personae, 345. Respecto a los niños aludidos por nosotros más abajo, Lyonnet dice expresamente que Pablo tiene a la vista «no el caso de los niños, donde la muerte no produce sino parte de sus efectos, sino el caso típico del adulto». Le sens de ef’ó, 449. Y en otra parte: «el pecado original es afirmado «directamente» en el adulto y por ello, si se quiere, indirec­ tamente en el niño». Le péché originel... L’exégese des Pères grecs, 352. 32. Id., Le pèche originel et Rom 5, 75-83. 33. Jesucristo en S. Pablo, 198-9.

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